Por Javier Lewkowicz
El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses acumuló al 30 de septiembre más de 163 mil millones de pesos, lo que muestra un fuerte crecimiento del 2,8 por ciento en comparación con agosto y del 25 por ciento respecto de un año atrás, según el último informe del organismo al que accedió Página/12. En los primeros nueve meses del año el FGS subió casi un 16 por ciento, y desde su constitución en diciembre de 2008, el avance supera los 65 mil millones, un alza del 66,2 por ciento. La cartera mantiene a los títulos públicos como la principal inversión, los cuales registran fuertes subas en el año. Sin embargo, las inversiones en proyectos productivos son las que más vienen creciendo desde que el Estado recuperó el manejo de los fondos previsionales, hasta rondar el 10 por ciento del total.
El FGS se conformó a partir de la recuperación de los fondos previsionales que antes manejaban las AFJP, y constituye un reaseguro para el sistema de seguridad social ante el futuro deterioro de la relación entre trabajadores activos y pasivos, una tendencia que se verifica en diversos países industrializados. El fondo, de 163.280 millones de pesos, equivale a un año y medio del pago de jubilaciones, por lo que su utilización para incrementar los haberes lo liquidaría en un corto plazo.
La lógica que plantean en la Anses es que los créditos financiados a empresas con el FGS o la inversión en proyectos estratégicos estimulan la creación de empleo y en definitiva tiene consecuencias positivas en el sistema previsional.
El 8,5 por ciento del total del FGS se compone de disponibilidades líquidas. Son casi 14 mil millones de pesos, el máximo nivel registrado desde la creación del Fondo. De ese monto, el 86,5 por ciento se encuentra en dólares, depositados casi en su totalidad en cuentas corrientes. El restante 91,5 por ciento, casi 150 mil millones, está distribuido en diversas inversiones en títulos públicos, acciones de sociedades anónimas y proyectos productivos, entre otros.
Dentro de las inversiones, el rubro con mayor relevancia (56,6 por ciento) son los títulos públicos, aunque su participación cayó 3,6 puntos porcentuales respecto del mes anterior. Es un conjunto de activos por más de 92 mil millones de pesos que forman parte de la deuda pública cuyo acreedor es el propio Estado. El 37,7 por ciento de las inversiones en bonos corresponden al Cuasi Par en pesos 2045, seguido por el Bonar 16 (11,8 por ciento) y el Bonar X en dólares (11,4).
El segundo lugar en la cartera de inversiones del FGS lo ocupan las acciones y títulos privados, que en septiembre alcanzaron el mayor nivel de participación en el año, con el 12,3 por ciento. Ese bloque está integrado por acciones de sociedades anónimas y empresas privatizadas, obligaciones negociables de largo y corto plazo y fondos de inversión directa, por unos 20 mil millones de pesos. El 23,1 por ciento corresponden a Telecom, el 18,1 a Banco Macro y 13,4 por ciento son de Siderar, entre otras compañías como Molinos Río de la Plata, Banco Galicia, Aluar o Petrobras. Por su parte, los depósitos en plazo fijo suman el 8,1 por ciento de las inversiones.
El segmento que con mayor rapidez viene aumentando su participación en el FGS es el de las inversiones en proyectos productivos. Creció desde 2,2 por ciento al inicio de la constitución del Fondo hasta 5,9 por ciento en septiembre 2009, y en el último informe de la Anses se ubicó en 9,6 por ciento. El crecimiento anual fue del 101,8 por ciento, llegando a 15.667 millones de pesos. El 97 por ciento de este monto se explica por proyectos productivos o de infraestructura. Esa porción fue creciendo en detrimento del “incentivo a la industria automotriz”. En el primer caso, se trata de préstamos para ampliar la capacidad energética, donde se destacan más de 4 mil millones de pesos (el 30 por ciento del total del subrubro) en la Central Atucha, seguido por infraestructura vial (10,6 por ciento), sistema de energía eléctrica y vivienda.
Respecto de los créditos a las terminales automotrices, son 470 millones implementados en su mayoría para contrarrestar los efectos de la crisis internacional sobre el nivel de empleo. El principal destino de este tipo de inversiones fue Peugeot Citroën, que recibió casi el 40 por ciento del monto total, seguida por Volkswagen (17,4), General Motors (17,1) y Ford (11,8 por ciento). GM terminó de cancelar este mes el préstamo del FGS.
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