Página/12 (01/12/2010)
Por Ernesto Martinchuk *
El periodismo multimedia es una apuesta al futuro que responde a la necesidad de los lectores, oyentes, televidentes y usuarios por recibir información de distintos medios y de distintas formas. En Internet crece la demanda de contenidos audiovisuales. El número de internautas aumenta cada día, así como el consumo de videos y audios on line.
El periodismo multimedia ha llegado para quedarse. No se trata de una moda pasajera, sino de una nueva manera de trabajar, donde los géneros han perdido sus fronteras para crear un único centro de distribución como consecuencia de las nuevas tecnologías, Internet y de la convergencia de medios.
Estados Unidos, la Unión Europea y Japón controlan el 90 por ciento de la información de todo el planeta. El Sur es modelado según los intereses del Norte. La fijación del pensamiento único impuesto desde el Norte distorsiona la realidad de nuestros países y se globalizan los valores de la sociedad de mercado con la consiguiente pasividad social. Los conflictos que conviene resaltar se colocan en la mira internacional. Las propuestas que presenta el Sur se presentan como irracionales y violentas, mientras que las posturas del Norte son siempre humanitarias, defienden la libertad de los pueblos, son limpias y sin muertos.
La forma de trabajar del periodista está cambiando. Los medios digitalizan procesos, flujos de trabajo, y los sistemas de publicación se sustituyen por los gestores de contenidos que separan la información del formato en que se presenta. Se puede acceder a ellos a través de Internet y, por lo tanto, desde cualquier parte del mundo.
Con los elementos que caben en una mochila cualquier persona podría convertirse en corresponsal y transmitir las distintas posiciones que hacen a un conflicto para que cada lector saque sus propias conclusiones. El secreto es apoyarse en las nuevas tecnologías para saber contar historias audiovisuales que hagan sentir a quien las vea que está en el lugar de los acontecimientos.
Los avances en cámaras digitales e Internet ofrecen oportunidades sin precedentes. Una coyuntura extraordinaria en la historia de la humanidad. Hoy a través del celular, la cámara fotográfica o la webcams se pueden detectar y seguir historias de interés para la sociedad.
La reducción de los presupuestos en las redacciones y corresponsalías está modificando los hábitos de trabajo de los periodistas. Hoy las redacciones se encuentran integradas y este cambio tecnológico brinda a los periodistas nuevas posibilidades de expresión.
Los retos de la información deben convertir a la sociedad civil también en protagonista del proceso informativo, para estimular el mestizaje y preservar la diversidad de las culturas. La información no debe ser un arma contra los pueblos, sino una proyección de sus necesidades. Todos tenemos derecho a ser escuchados.
La nueva Ley de Servicios Audiovisuales abre una brecha para generar nuevos contenidos y reflejar realidades muchas veces deformadas por intereses políticos y sociales. Ningún periodista debe quedar al margen, es el momento de dar batalla al enemigo principal, el que convierte en “realidad” la mentira que le conviene al poder económico.
* Periodista y docente en la Escuela de Periodismo del Círculo de la Prensa
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