Y es que acá, en el "interior", en la periferia de la periferia, padecemos de un complejo de inferioridad -instalado y fogoneado históricamente por la política portuaria nacional- que nos lleva a creerles religiosamente a estos popes porteños de la palabra, ningundeando o menospreciándonos en las posibilidades de ejercer nuestra libertad de información. Por eso la ley de medios es tan resistida, como toda normativa que tienda a democratizar ahí donde esta gente viene haciéndo su negocio monopólico desde los tiempos del unitario Rivadavia. Este artículo de Enrique Masllorens (*) es esclarecedor al respecto.
EL DISCRETO ENCANTO DEL PERIODISMO "INDEPENDIENTE"
Por la concentración monopólica, los periodistas ‘independientes’ son esencialmente porteños de ley, de Rivadavia para el río. Esa es la platea para la que escriben, la que los aplaude en Puerto Madero o en Palermo, Caballito norte y Recoleta.
El periodismo independiente es encantador e intocable. Su tarea está por encima de las leyes de la ciencia que implican necesariamente la posibilidad de la refutación. Si alguien osa criticarlo o marcar sus contradicciones es porque inexcusablemente está en contra de la libertad de expresión. Nunca dudan: “la duda es la jactancia de los que no son periodistas” (filósofo anónimo circa 1986). Son licenciados en Ciencias Totales, teólogos de su propia religión y con prerrogativas inaccesibles para el resto de los mortales. Por ejemplo, pueden usar cualquier adjetivo calificativo sobre la gente del común, pero queda terminantemente prohibido –por la ley de la libertad de prensa y por la Santa Iglesia Periodística (SIP)– que los reputen a ellos. Políticos, jueces, artistas, funcionarios, sindicalistas, periodistas “oficialistas” son juzgados, y a veces condenados sin pruebas ni miramientos. Como bautistas paganos están bendecidos para imponer o colonizar subjetividades, desde “el polémico” Moreno, pasando por “el sistema oficial de medios” (incluyen a todos los que no piensan como ellos), los K o los ultra K y ahora es el Cristinismo –luego de años de haber minimizado a la presidenta– o el verbo “borocotear” para los que cambian sus posiciones –salvo para Julio Cleto Cobos, Felipe Solá o Patricia Bullrich– o para ellos mismos y sus volteretas ideológicas.
¿Qué les pasó a Ernesto Tenembaum, Jorge Lanata o Susana Viau? ¿Qué verbo usarían para autodefinirse? Trabajan en medios masivos que según el ensayista y escritor británico John Berger “tienen la necesidad criminal de vender” y los califica de buhoneros, vendedores de baratijas, pero ellos se definen como independientes e impolutos. Lo hacen porque tienen la verdad y asumen su sagrada misión y por ello hacen suya la descripción del filósofo alemán Oswald Spengler (La decadencia de Occidente, 1916): “No hay domador de fieras que tenga mejor domesticada a su jauría.” Eso son, domesticadores, pero por el bien de la república y de su propia economía.
Por la concentración monopólica y por ende laboral, los periodistas “independientes” son esencialmente porteños de ley, de Rivadavia para el río. Esa es la platea para la que hablan y escriben, la que los aplaude en Puerto Madero o en Palermo, Caballito norte y Recoleta. Y si la Usina que comanda Héctor Magnetto ordena operaciones contra el gobierno o contra los jóvenes militantes, obedecen sin hesitar. Ahora tienen que proteger a las dos esperanzas blancas del poder concentrado. Por eso no le preguntarán a Macri –que parafraseando a Jauretche, es un subproducto de la alfabetización– por sus 71 vetos o al senador mendocino Ernesto Sanz sobre la actuación de su estudio de San Rafael en 2007 representando al grupo Vila-Manzano para impedir la instalación de una repetidora de la Televisión Pública. Hay que cuidarlos, adornarlos, dejarlos recitar sus libretos inconsistentes, no repreguntarles y asentir cuando no se hacen cargo de su pasado y presente y le echan la culpa de sus falencias al gobierno. O darle una mano por izquierda al megalómano Pino Solanas.
El siglo XXI parecía continuar acrecentando el prestigio inconmovible de estos modernos cruzados de la verdad objetiva. Los más audaces comenzaban a tener pantalla y micrófonos generalmente “magnettizados”. Empezaban a bailar el sueño de la módica fama en su justa medida, a pocos metros de la farándula, sin pasar los límites, con aires de “yo no fui”. Pero de repente y sin aviso, aparecen 6,7,8, Tiempo Argentino, los blogs, los grupos de Facebook y Twitter, los autoconvocados y lo más peligroso de todo: los archivos demoledores que se explican por sí mismos.
Y hablando de archivos guardo en el mío un cruce con el inefable e inmaculado hijo putativo de la diputada Carrió, el “imparcial” Luis Majul. Para muestra basta un botón. En octubre de 2007 luego del contundente triunfo electoral de CFK, Elisa Carrió hizo declaraciones elitistas y cuasi racistas sobre la composición del voto ganador. Majul publicó en su sitio web un editorial apoyando y superando los conceptos gorilas de su maestra, por lo que envié mi opinión contraria discutiendo posiciones e ideas y por extensión las de Carrió, sin calificaciones personales. Me respondió públicamente tildándome de “maniqueo, hiperkirchnerista, berreta, de vuelo bajo, que buscaba premios del gobierno”, etcétera. Además me acusó falsamente de haber recibido un subsidio de la Secretaría de Cultura. Pedí una reparación moral en el mismo espacio en el que me había maltratado. Su respuesta fue: “No queremos que nadie monopolice los espacios y consideramos tu opinión suficiente.” Y con una agresiva ironía que no sería capaz de sostener cara a cara, finalizaba con un: “Como siempre, gracias por escribir.”
De esta laya son los medios y periodistas “independientes” que día a día ocultan, tergiversan, mienten e intentan reducir nuestra autoestima para modificar lo inmodificable: hay un pueblo que marcha inexorablemente hacia la consolidación definitiva del modelo inclusivo y patriótico iniciado en mayo de 2003. A pesar de ellos. A favor nuestro. En defensa propia.
(*) Periodista y dirigente político
Info: Tiempo Argentino (04/03/2011)
"Hacer un país es hacer hombres para que, a su vez, los hombres hagan el país" (Arturo Jauretche)
viernes, 4 de marzo de 2011
miércoles, 2 de marzo de 2011
Bailen la danza de la "intelligentzia"
En los expositores de libro de Armstrong conviven -desde que la ciudad saltó a la fama como núcleo duro de la protesta agraria (2008)-junto a una mayoría "de autoayuda", los de escritores que más que por sus dotes intelectuales, gozan del apoyo mediático de un establishment económico y cultural del que son sus más fervientes defensores y servidores. Lo que aquí se transcribe es un fragmento del libro "IMPERIALISMO Y CULTURA"(*) de J. J. Hernández Arregui, que sintetiza estas relaciones.
"La clase media tiende a la formación de grupos intelectuales que fluctúan entre las "élites" que miran hacia arriba y los "ghettos" espirituales que miran hacia abajo. Esto explica la abundancia de intelectuales de izquierda que se pasan a la derecha ideológica, al conservatismo social. En realidad, los intelectuales son los que sienten más vivamente esta situación incierta que ocupan en la sociedad. Mientras la perspectiva de descender les lleva a la comprensión de la lucha que libra la clase trabajadora, por otra parte los estimula a no caer en ella. Cuando logra una situación estable, el intelectual pequeño-burgués se aparta de las masas con fundamentos aparentemente racionales, pero estos pretextos no invalidan la motivación determinante que es la frustración de la propia conciencia plebeya."
"Este estado de espíritu, fomentado sutilmente por la clase alta aliada al imperialismo, distorsiona la conciencia de estos grupos, cuyo escepticismo frente al país favorece el pasivo sometimiento espiritual. Tal actitud le insta a compensar este sentimiento mediante el ingreso a círculos sociales literarios y artísticos que le prometen un esclarecimiento, un olvido de su condición de tránsfuga social."
"En un país donde la clase terrateniente ha despreciado al pueblo, la actitud de la "intelligentzia", en general, es también hostíl a lo colectivo."
"Las clases superiores, detentoras de la cultura, protegen a los escritores que vienen de abajo en la medida que éstos sirven a las ideas consagradas. La burguesía reduce a estos grupos, a través de la división del trabajo social, a la categoría de dispositivos de control del orden establecido. Escriben en los diarios monsergas sobre la libertad, pero la idea central es : "Hay que educar al soberano".
"Estos intelectuales democráticos, a veces a pesar de ellos, sin conciencia de su verdadera situación al ligarse a la oligarquía, representan a la pequeño-burguesía proimperialista. El carácter uniformemente extranjerizante de sus escritos, refleja la naturaleza portuaria de esa mentalidad, parasitaria del comercio de exportación."
"El intelectual de la clase media es conservador y, al mismo tiempo, se expresa con fraseología libertaria. Pero esta libertad es también un derivado de su posición de clase. Como intelectuales, pueden participar de diversas ideologías, inclusive combatirse en el plano de las ideas puras como bravos titanes, pero como miembros de una clase, se unen en defensa de sus intereses generales, que son, por reflejo de la propia situación de dependencia, los intereses de la clase superior contra la inferior realmente explotada: el proletariado. Así, junto a divergencias intelectuales parciales, un interés material, común los unifica: la conservación del "status" social conquistado a la sombra de la sociedad burguesa. Sus ideologías particulares está regidas, en última instancia, por la ideología general dominante de la sociedad capitalista."
"La función social de estos grupos, al servicio de la clase dirigente, contribuye a regular las corrientes de la opinión pública, a galvanizar o debilitar los estados de la conciencia colectiva, y nada tiene que ver tal función con la libertad, sino con la supervisión oficial de la libertad, desde la prensa, la radio y la Universidad."
"El emporio intelectual argentino es Buenos Aires. También en el mercado del trabajo de la inteligencia rigen las leyes económicas de la competencia. En los países coloniales, donde los órganos de la cultura están prácticamente monopolizados por el capital extranjero, las plazas disponibles configuran una lucha cruel que obliga a la mayoría de los competidores -periodistas, profesores, escritores- al disimulo judaico de sus opiniones, a la formación de equipos defensivos, a la claudicación de la inteligencia para poder subsistir."
"La mala conciencia del intelectual pequeño-burgués es su traición al pueblo. Por un lado, comprenden bien que su posición social es de subordinación al sistema de valores impuestos como normas orientadoras de la Cultura y la propaganda por las clases superiores. Del otro, sus humillaciones personales les conducen a una secreta oposición a esos valores. Por eso, en las revoluciones, el intelectual de la clase media se siente despavorido. No logra conciliar sus intereses reales con sus ideas de justicia y con su resentimiento. Atados a las clases altas, se desplazan en la órbita fija establecida por ellas y al mismo tiempo se sienten atraídos por el nuevo sistema."
"El intelectual solitario, de clase media, no está aislado. Piensa con la cabeza impersonal de su clase."
"Los intelectuales de la clase media, ideólogos a sueldo de la organización invisible de la economía mundial, no ven que los límites del liberalismo están dados por su conservatismo, y así, detrás de sus parrafadas progresistas, caen en la zona dorada del embrutecimiento histórico."
(*) 1957 Peña Lillo Ediciones Continente (Biblioteca Popular Sarmiento)
"La clase media tiende a la formación de grupos intelectuales que fluctúan entre las "élites" que miran hacia arriba y los "ghettos" espirituales que miran hacia abajo. Esto explica la abundancia de intelectuales de izquierda que se pasan a la derecha ideológica, al conservatismo social. En realidad, los intelectuales son los que sienten más vivamente esta situación incierta que ocupan en la sociedad. Mientras la perspectiva de descender les lleva a la comprensión de la lucha que libra la clase trabajadora, por otra parte los estimula a no caer en ella. Cuando logra una situación estable, el intelectual pequeño-burgués se aparta de las masas con fundamentos aparentemente racionales, pero estos pretextos no invalidan la motivación determinante que es la frustración de la propia conciencia plebeya."
"Este estado de espíritu, fomentado sutilmente por la clase alta aliada al imperialismo, distorsiona la conciencia de estos grupos, cuyo escepticismo frente al país favorece el pasivo sometimiento espiritual. Tal actitud le insta a compensar este sentimiento mediante el ingreso a círculos sociales literarios y artísticos que le prometen un esclarecimiento, un olvido de su condición de tránsfuga social."
"En un país donde la clase terrateniente ha despreciado al pueblo, la actitud de la "intelligentzia", en general, es también hostíl a lo colectivo."
"Las clases superiores, detentoras de la cultura, protegen a los escritores que vienen de abajo en la medida que éstos sirven a las ideas consagradas. La burguesía reduce a estos grupos, a través de la división del trabajo social, a la categoría de dispositivos de control del orden establecido. Escriben en los diarios monsergas sobre la libertad, pero la idea central es : "Hay que educar al soberano".
"Estos intelectuales democráticos, a veces a pesar de ellos, sin conciencia de su verdadera situación al ligarse a la oligarquía, representan a la pequeño-burguesía proimperialista. El carácter uniformemente extranjerizante de sus escritos, refleja la naturaleza portuaria de esa mentalidad, parasitaria del comercio de exportación."
"El intelectual de la clase media es conservador y, al mismo tiempo, se expresa con fraseología libertaria. Pero esta libertad es también un derivado de su posición de clase. Como intelectuales, pueden participar de diversas ideologías, inclusive combatirse en el plano de las ideas puras como bravos titanes, pero como miembros de una clase, se unen en defensa de sus intereses generales, que son, por reflejo de la propia situación de dependencia, los intereses de la clase superior contra la inferior realmente explotada: el proletariado. Así, junto a divergencias intelectuales parciales, un interés material, común los unifica: la conservación del "status" social conquistado a la sombra de la sociedad burguesa. Sus ideologías particulares está regidas, en última instancia, por la ideología general dominante de la sociedad capitalista."
"La función social de estos grupos, al servicio de la clase dirigente, contribuye a regular las corrientes de la opinión pública, a galvanizar o debilitar los estados de la conciencia colectiva, y nada tiene que ver tal función con la libertad, sino con la supervisión oficial de la libertad, desde la prensa, la radio y la Universidad."
"El emporio intelectual argentino es Buenos Aires. También en el mercado del trabajo de la inteligencia rigen las leyes económicas de la competencia. En los países coloniales, donde los órganos de la cultura están prácticamente monopolizados por el capital extranjero, las plazas disponibles configuran una lucha cruel que obliga a la mayoría de los competidores -periodistas, profesores, escritores- al disimulo judaico de sus opiniones, a la formación de equipos defensivos, a la claudicación de la inteligencia para poder subsistir."
"La mala conciencia del intelectual pequeño-burgués es su traición al pueblo. Por un lado, comprenden bien que su posición social es de subordinación al sistema de valores impuestos como normas orientadoras de la Cultura y la propaganda por las clases superiores. Del otro, sus humillaciones personales les conducen a una secreta oposición a esos valores. Por eso, en las revoluciones, el intelectual de la clase media se siente despavorido. No logra conciliar sus intereses reales con sus ideas de justicia y con su resentimiento. Atados a las clases altas, se desplazan en la órbita fija establecida por ellas y al mismo tiempo se sienten atraídos por el nuevo sistema."
"El intelectual solitario, de clase media, no está aislado. Piensa con la cabeza impersonal de su clase."
"Los intelectuales de la clase media, ideólogos a sueldo de la organización invisible de la economía mundial, no ven que los límites del liberalismo están dados por su conservatismo, y así, detrás de sus parrafadas progresistas, caen en la zona dorada del embrutecimiento histórico."
(*) 1957 Peña Lillo Ediciones Continente (Biblioteca Popular Sarmiento)
martes, 1 de marzo de 2011
- Esso...Esso...Esso... -
PAN AMERICAN ENERGY COMPRA ESSO
(01/03/2011)
El golpe en el escenario petrolero colocará a Pan American Energy en un sitial, como firma que integra producción, refinación y comercialización, que sólo comparten YPF y Petrobras. Acelera la incorporación de capitales chinos al negocio.
Pan American Energy, la empresa cuyo control comparten la familia Bulgheroni y la estatal china Cnooc, anunciaría hoy la concreción de la compra de los activos que la petrolera Esso posee en el país. Así, la primera, PAE, principal exportadora y segunda productora de petróleo de la Argentina, completaría la integración vertical del negocio al apropiarse de la refinería en la ciudad de Campana y de la red de estaciones de servicio de la tradicional firma norteamericana.
Formalmente, PAE está bajo control de Bridas Corp, la firma que comparten los hermanos Bulgheroni y China National Oil Offshore Corp. Desde la entrada del capital chino en Bridas, la firma ha buscado consolidar su posición en el mercado local con la ampliación de sus actividades. Exxon Mobil, por su parte, empresa de la que depende la filial argentina Esso, había dejado saber ya hace por lo menos tres años su escaso interés en seguir operando en el país, en donde sólo está vinculada con el downstream (refinación y comercialización de combustibles). En agosto de 2007, una versión no desmentida daba cuenta de que la Exxon le había encomendado al banco de inversión JP Morgan negociar la venta de los activos de la filial argentina. Siete meses después se dio por caído el intento.
Estos activos, que hoy se confirmaría que pasan a pertenecer a Pan American Energy, son una refinería en Campana con capacidad para procesar 88 mil barriles por día y una red de estaciones de servicio de la marca, de las cuales 90 son propias.
La adquisición de estos activos colocaría a PAE en una inmejorable condición estratégica, ya que se pondría a la par de YPF en cuanto a industria integrada: fuerte productor petrolero, capacidad de refinación y producción de combustibles y comercialización en una amplia red. Petrobras, la otra empresa integrada del negocio de los hidrocarburos y derivados, también se encuentra en una situación incierta, ya que son constantes los rumores acerca de su intención de abandonar, al menos, la comercialización en el país. Shell, la otra empresa que completa el cuarteto de oferentes fuertes de combustibles, compartía con Esso la situación de firma no integrada (procesa y comercializa, pero no extrae).
La importancia estratégica de la operación que hoy anunciaría PAE-Bridas Corp. explica la magnitud de la apuesta hecha por los capitales chinos de Cnooc al incorporarse al negocio petrolero en el país. En marzo de 2010, Cnooc invirtió 3100 millones de dólares para ingresar a Bridas y colocarse en un pie de igualdad con los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni en cuanto a participación en el capital. Y en noviembre último, Bridas Corp. aportó poco más de 7000 millones de dólares para quedarse con el 60 por ciento de Pan American Energy que estaba en manos de British Petroleum, accediendo al control total de la empresa.
CONFIRMAN LA VENTA DE ESSO EN EL PAIS A LA FIRMA DE BULGHERONI Y EL GRUPO CHINO CNOOC (02/03/2011)
La operación incluyó la red de Uruguay y Paraguay de la petrolera estadounidense. Se estima que el monto involucrado fue de 700 a 850 millones de dólares. Bulgheroni y Cnooc, asociados en PAE, tienen ahora una petrolera integrada.
Por Tomás Lukin
Pan American Energy, la empresa controlada por la familia Bulgheroni y la compañía mixta china Cnooc, confirmó ayer la adquisición de la totalidad de los negocios de refinación y venta de combustibles que posee la petrolera Esso en Argentina. El monto de la operación oscilaría entre los 700 y 850 millones de dólares, pero el precio no se dio a conocer a partir de un compromiso entre las partes. El acuerdo le permite a la principal exportadora y segunda productora de crudo del país completar la integración vertical del negocio, ya que implica la compra de una refinería en la ciudad de Campana, la red de 500 estaciones de servicio en el país y otros 220 puntos de venta existentes en Uruguay y Paraguay. La transacción también contempla el traspaso del rentable negocio de abastecimiento de combustible para aviones y la distribución de los lubricantes de la empresa norteamericana en el mercado local.
La operación que se concretó el lunes pasado en Londres representa el fortalecimiento de la posición de PAE en el mercado local de hidrocarburos, ya que le permite ubicarse como un actor relevante al nivel de YPF en todos los eslabones de la cadena: productor de petróleo, refinación para producción de combustibles y distribución mediante una vasta red de estaciones de servicio. Los principales activos que adquirió la empresa son una refinería de Campana con capacidad para producir 90 mil barriles diarios y 500 estaciones de servicio de Esso, de las cuales 90 son propias y poseen un atractivo valor inmobiliario.
El vicepresidente de Asuntos Públicos de PAE, Mario Calafell Loza, expresó que la empresa realizará inversiones para aumentar la capacidad de la planta de Campana y buscará reorientar la composición de los combustibles que produce. Hoy el 35 por ciento de la producción de Esso está orientada al gasoil y el 25 por ciento son naftas. La empresa saliente se abastecía para el funcionamiento de su planta de refinación en un 70 por ciento con el petróleo producido por PAE. Ahora, la firma pretende autoabastecer esas instalaciones y limitar la venta de petróleo a otros competidores del mercado.
PAE está bajo control de Bridas Corp., una compañía cuyo capital está repartido en partes iguales entre los hermanos Bulgheroni y China National Oil Offshore Corporation. Desde el desembarco de la empresa oriental a mediados de 2010, luego de desembolsar 3100 millones de dólares para adquirir la mitad de la empresa y la compra por parte de Bridas en noviembre pasado de la participación que tenía British Petroleum en PAE, la empresa ha buscado expandir su participación en el mercado local. Hoy ocupa el primer lugar en materia de exportaciones y reservas, el segundo de producción y ahora, la tercera posición en refinación y ventas.
La intención de Esso de vender sus activos en Argentina era pública, por lo menos, desde mediados de 2007. El acuerdo con PAE-Bridas se firmó entre el CEO de esa empresa, Carlos Bulgheroni, y el vicepresidente de refinación de la Exxon Mobil, Stafford Kelly. La venta del grueso de las operaciones de la firma norteamericana en Argentina se enmarca dentro de una estrategia para desprenderse de sus activos en la región. La compañía norteamericana vendió en 2008 sus negocios en Chile y Brasil. El acuerdo establece un plazo de tres años para sustituir la marca Esso en todas las estaciones de servicio en los tres países, aunque los directivos de PAE-Bridas dieron a entender que la presentación de su marca será en pocos meses. Para el cambio de nombre en la venta de combustible para la industria aerocomercial en Ezeiza, Aeroparque, Córdoba y Montevideo la compañía tiene solamente un mes, plazo en el que también podría ser presentada la nueva imagen para los centros de expendio.
Desde PAE-Bridas expresaron que los 2200 trabajadores de la Esso conservarán sus empleos. La operación anunciada no implica la liquidación total de Esso en el país, ya que la firma conservará su actividad de extracción de gas en Neuquén, la producción de lubricantes así como algunos servicios administrativos globales que se proveen desde la Argentina.
Info: Página/12
ESSO = EXXON MOBIL (Eastern Seaboard Standard Oil): yanqui
SHELL (Royal Dutch Shell): anglo-holandesa
BP (British Petroleum): británica
PETROBRAS (Petrolera Brasileña): brasilera
REPSOL YPF (Refinería de petróleo de Escombreras Oil): española
PAE (Pan American Energy): chino-argentina
(01/03/2011)
El golpe en el escenario petrolero colocará a Pan American Energy en un sitial, como firma que integra producción, refinación y comercialización, que sólo comparten YPF y Petrobras. Acelera la incorporación de capitales chinos al negocio.
Pan American Energy, la empresa cuyo control comparten la familia Bulgheroni y la estatal china Cnooc, anunciaría hoy la concreción de la compra de los activos que la petrolera Esso posee en el país. Así, la primera, PAE, principal exportadora y segunda productora de petróleo de la Argentina, completaría la integración vertical del negocio al apropiarse de la refinería en la ciudad de Campana y de la red de estaciones de servicio de la tradicional firma norteamericana.
Formalmente, PAE está bajo control de Bridas Corp, la firma que comparten los hermanos Bulgheroni y China National Oil Offshore Corp. Desde la entrada del capital chino en Bridas, la firma ha buscado consolidar su posición en el mercado local con la ampliación de sus actividades. Exxon Mobil, por su parte, empresa de la que depende la filial argentina Esso, había dejado saber ya hace por lo menos tres años su escaso interés en seguir operando en el país, en donde sólo está vinculada con el downstream (refinación y comercialización de combustibles). En agosto de 2007, una versión no desmentida daba cuenta de que la Exxon le había encomendado al banco de inversión JP Morgan negociar la venta de los activos de la filial argentina. Siete meses después se dio por caído el intento.
Estos activos, que hoy se confirmaría que pasan a pertenecer a Pan American Energy, son una refinería en Campana con capacidad para procesar 88 mil barriles por día y una red de estaciones de servicio de la marca, de las cuales 90 son propias.
La adquisición de estos activos colocaría a PAE en una inmejorable condición estratégica, ya que se pondría a la par de YPF en cuanto a industria integrada: fuerte productor petrolero, capacidad de refinación y producción de combustibles y comercialización en una amplia red. Petrobras, la otra empresa integrada del negocio de los hidrocarburos y derivados, también se encuentra en una situación incierta, ya que son constantes los rumores acerca de su intención de abandonar, al menos, la comercialización en el país. Shell, la otra empresa que completa el cuarteto de oferentes fuertes de combustibles, compartía con Esso la situación de firma no integrada (procesa y comercializa, pero no extrae).
La importancia estratégica de la operación que hoy anunciaría PAE-Bridas Corp. explica la magnitud de la apuesta hecha por los capitales chinos de Cnooc al incorporarse al negocio petrolero en el país. En marzo de 2010, Cnooc invirtió 3100 millones de dólares para ingresar a Bridas y colocarse en un pie de igualdad con los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni en cuanto a participación en el capital. Y en noviembre último, Bridas Corp. aportó poco más de 7000 millones de dólares para quedarse con el 60 por ciento de Pan American Energy que estaba en manos de British Petroleum, accediendo al control total de la empresa.
CONFIRMAN LA VENTA DE ESSO EN EL PAIS A LA FIRMA DE BULGHERONI Y EL GRUPO CHINO CNOOC (02/03/2011)
La operación incluyó la red de Uruguay y Paraguay de la petrolera estadounidense. Se estima que el monto involucrado fue de 700 a 850 millones de dólares. Bulgheroni y Cnooc, asociados en PAE, tienen ahora una petrolera integrada.
Por Tomás Lukin
Pan American Energy, la empresa controlada por la familia Bulgheroni y la compañía mixta china Cnooc, confirmó ayer la adquisición de la totalidad de los negocios de refinación y venta de combustibles que posee la petrolera Esso en Argentina. El monto de la operación oscilaría entre los 700 y 850 millones de dólares, pero el precio no se dio a conocer a partir de un compromiso entre las partes. El acuerdo le permite a la principal exportadora y segunda productora de crudo del país completar la integración vertical del negocio, ya que implica la compra de una refinería en la ciudad de Campana, la red de 500 estaciones de servicio en el país y otros 220 puntos de venta existentes en Uruguay y Paraguay. La transacción también contempla el traspaso del rentable negocio de abastecimiento de combustible para aviones y la distribución de los lubricantes de la empresa norteamericana en el mercado local.
La operación que se concretó el lunes pasado en Londres representa el fortalecimiento de la posición de PAE en el mercado local de hidrocarburos, ya que le permite ubicarse como un actor relevante al nivel de YPF en todos los eslabones de la cadena: productor de petróleo, refinación para producción de combustibles y distribución mediante una vasta red de estaciones de servicio. Los principales activos que adquirió la empresa son una refinería de Campana con capacidad para producir 90 mil barriles diarios y 500 estaciones de servicio de Esso, de las cuales 90 son propias y poseen un atractivo valor inmobiliario.
El vicepresidente de Asuntos Públicos de PAE, Mario Calafell Loza, expresó que la empresa realizará inversiones para aumentar la capacidad de la planta de Campana y buscará reorientar la composición de los combustibles que produce. Hoy el 35 por ciento de la producción de Esso está orientada al gasoil y el 25 por ciento son naftas. La empresa saliente se abastecía para el funcionamiento de su planta de refinación en un 70 por ciento con el petróleo producido por PAE. Ahora, la firma pretende autoabastecer esas instalaciones y limitar la venta de petróleo a otros competidores del mercado.
PAE está bajo control de Bridas Corp., una compañía cuyo capital está repartido en partes iguales entre los hermanos Bulgheroni y China National Oil Offshore Corporation. Desde el desembarco de la empresa oriental a mediados de 2010, luego de desembolsar 3100 millones de dólares para adquirir la mitad de la empresa y la compra por parte de Bridas en noviembre pasado de la participación que tenía British Petroleum en PAE, la empresa ha buscado expandir su participación en el mercado local. Hoy ocupa el primer lugar en materia de exportaciones y reservas, el segundo de producción y ahora, la tercera posición en refinación y ventas.
La intención de Esso de vender sus activos en Argentina era pública, por lo menos, desde mediados de 2007. El acuerdo con PAE-Bridas se firmó entre el CEO de esa empresa, Carlos Bulgheroni, y el vicepresidente de refinación de la Exxon Mobil, Stafford Kelly. La venta del grueso de las operaciones de la firma norteamericana en Argentina se enmarca dentro de una estrategia para desprenderse de sus activos en la región. La compañía norteamericana vendió en 2008 sus negocios en Chile y Brasil. El acuerdo establece un plazo de tres años para sustituir la marca Esso en todas las estaciones de servicio en los tres países, aunque los directivos de PAE-Bridas dieron a entender que la presentación de su marca será en pocos meses. Para el cambio de nombre en la venta de combustible para la industria aerocomercial en Ezeiza, Aeroparque, Córdoba y Montevideo la compañía tiene solamente un mes, plazo en el que también podría ser presentada la nueva imagen para los centros de expendio.
Desde PAE-Bridas expresaron que los 2200 trabajadores de la Esso conservarán sus empleos. La operación anunciada no implica la liquidación total de Esso en el país, ya que la firma conservará su actividad de extracción de gas en Neuquén, la producción de lubricantes así como algunos servicios administrativos globales que se proveen desde la Argentina.
Info: Página/12
ESSO = EXXON MOBIL (Eastern Seaboard Standard Oil): yanqui
SHELL (Royal Dutch Shell): anglo-holandesa
BP (British Petroleum): británica
PETROBRAS (Petrolera Brasileña): brasilera
REPSOL YPF (Refinería de petróleo de Escombreras Oil): española
PAE (Pan American Energy): chino-argentina
sábado, 26 de febrero de 2011
Agrotóxicos: Un fallo con prueba científica
Página/12 (26/02/11)
Por Darío Aranda
La Justicia de Santa Fe, a lo largo de la causa, revalorizó los testimonios de los afectados, resaltó la importancia de los médicos de pueblos (testigos cotidianos en la atención de intoxicados) y citó trabajos científicos independientes que alertan sobre los efectos del glifosato. La histórica resolución judicial del juez Tristán Martínez también hace hincapié en una recopilación de trabajos científicos y técnicos presentada por la Universidad Nacional del Litoral: “No existen agroquímicos inocuos (...) Se ha comprobado que existe riesgo potencial de transporte de glifosato y su metabolito AMPA a las aguas subterráneas y superficiales (...) La toxicidad de los formulados comerciales con glifosato, Roundup y otros, ha sido documentada con estudios científicos independientes, para distintos organismos que componen la biodiversidad de agua dulce”.
La resolución judicial hace eje en la consecuencia del agroquímico en el agua. “Los efectos tendrían la capacidad de provocar cambios en las estructuras tróficas de las comunidades. Las interacciones a largo plazo en el herbicida glifosato y la microbiota (...) pueden provocar alteraciones en la cadena trófica y procesos biológicos en el suelo. No se puede afirmar que el glifosato sea inocuo para las poblaciones de organismos invertebrados terrestres.”
El juez recuerda que el glifosato ha sido recientemente clasificado como perturbador endocrino (obstaculiza la acción de las hormonas humanas). “La exposición a bajas dosis, menores a las definidas como seguras, podría tener efectos adversos”, alerta la resolución judicial y remarca que “la preocupación sobre los posibles efectos adversos sigue vigente”.
Por Darío Aranda
La Justicia de Santa Fe, a lo largo de la causa, revalorizó los testimonios de los afectados, resaltó la importancia de los médicos de pueblos (testigos cotidianos en la atención de intoxicados) y citó trabajos científicos independientes que alertan sobre los efectos del glifosato. La histórica resolución judicial del juez Tristán Martínez también hace hincapié en una recopilación de trabajos científicos y técnicos presentada por la Universidad Nacional del Litoral: “No existen agroquímicos inocuos (...) Se ha comprobado que existe riesgo potencial de transporte de glifosato y su metabolito AMPA a las aguas subterráneas y superficiales (...) La toxicidad de los formulados comerciales con glifosato, Roundup y otros, ha sido documentada con estudios científicos independientes, para distintos organismos que componen la biodiversidad de agua dulce”.
La resolución judicial hace eje en la consecuencia del agroquímico en el agua. “Los efectos tendrían la capacidad de provocar cambios en las estructuras tróficas de las comunidades. Las interacciones a largo plazo en el herbicida glifosato y la microbiota (...) pueden provocar alteraciones en la cadena trófica y procesos biológicos en el suelo. No se puede afirmar que el glifosato sea inocuo para las poblaciones de organismos invertebrados terrestres.”
El juez recuerda que el glifosato ha sido recientemente clasificado como perturbador endocrino (obstaculiza la acción de las hormonas humanas). “La exposición a bajas dosis, menores a las definidas como seguras, podría tener efectos adversos”, alerta la resolución judicial y remarca que “la preocupación sobre los posibles efectos adversos sigue vigente”.
jueves, 24 de febrero de 2011
- Las 160 viviendas y el Nobel -
Las calles que corren en sentido Oeste-Este del barrio de las 160 Viviendas de Armstrong llevan los nombres de Premios Nobel argentinos. Cabe una breve reseña biográfica de estas personalidades que recibieron el laureado reconocimiento internacional. Merece mención –como dato complementario- que el nombre de Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de la Paz en 1980 por su lucha por los derechos humanos en plena dictadura militar, no fue incluído.
CÉSAR MILSTEIN: Nació el 8 de octubre de 1927 en el seno de una familia judía, en la ciudad de Bahía Blanca, donde permaneció hasta 1945, cuando se trasladó a la Capital Federal para estudiar en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Se graduó de Licenciado en Ciencias Químicas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, a los 25 años de edad, y cuatro años más tarde, en 1956, recibió su doctorado en Química y un premio especial por parte de la Sociedad Bioquímica Argentina; obtuvo su primer doctorado como químico, por su tesis sobre enzimas.
Fue becado por la Universidad de Cambridge donde consiguió su segundo doctorado en 1960, trabajando bajo la dirección del bioquímico molecular Frederick Sanger.
Milstein regresó a la Argentina en 1961 para hacerse cargo de la División de Biología Molecular del Instituto Nacional de Microbiología, pero sólo estuvo un año en el cargo para regresar a Inglaterra tras el golpe militar de 1962.
Estando en Cambridge a los 36 años, formó parte del Laboratorio de Biología Molecular y trabajó en el estudio de las inmunoglobulinas, adelantando el entendimiento acerca del proceso por el cual la sangre produce anticuerpos (las proteínas encargadas de combatir a la presencia de cuerpos extraños o antígenos).
En 1983, Milstein fue nombrado jefe y director de la División de Química, Proteínas y Ácidos Nucleicos de la Universidad de Cambridge. Por su trabajo en el desarrollo de anticuerpos monoclonales obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1984.
A pesar de que lo hubiera hecho enormemente rico, Milstein no registró ninguna patente por su laureado descubrimiento, pues pensaba que era propiedad intelectual de la humanidad y como tal lo legó. De acuerdo a sus convicciones, su trabajo carecía de interés económico y sólo poseía interés científico.
En 1993 recibió el Premio Konex de Brillante junto a René Favaloro por su legado a las Ciencias y Tecnología de la Argentina, otorgado por la Fundación Konex.
Falleció el 24 de marzo de 2002 en Cambridge, Inglaterra, víctima de una afección cardíaca, a los 74 años de edad.
LUIS LELOIR: (París, Francia, 6 de septiembre de 1906 - Buenos Aires, Argentina, 17 de diciembre de 1987).
Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para doctorarse en dicha profesión. En 1933 conoció a Bernardo A. Houssay, quien dirigió su tesis doctoral acerca de las glándulas suprarrenales y el metabolismo de los hidratos de carbono.
Su tesis fue completada en sólo dos años, recibiendo el premio de la facultad al mejor trabajo doctoral; junto a su maestro descubrió que su formación en ciencias tales como física, matemática, química y biología era escasa, por lo que comenzó a asistir a clases de dichas especialidades en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires como alumno oyente.
En 1936 viajó hacia Inglaterra para dar comienzo a sus estudios avanzados en la Universidad de Cambridge, bajo la supervisión del también Premio Nobel Sir Frederick Gowland Hopkins, quien había obtenido esa distinción en 1929 por sus estudios en fisiología y/o medicina tras descubrir que ciertas sustancias, hoy conocidas como vitaminas, eran fundamentales para mantener la buena salud.
Hacia 1943 tuvo que dejar el país, dado que Houssay fue expulsado de la Facultad de Medicina por firmar una carta pública en oposición al régimen nazi de Alemania y al apoyo del gobierno militar comandado por Pedro Pablo Ramírez, que también integró y apoyó Juan D. Perón. Su destino fue Estados Unidos, donde ocupó el cargo de investigador asociado en el Departamento de Farmacología de la Universidad de Washington. En 1945 regresó al país para trabajar en el Instituto dirigido por Bernardo A. Houssay, precedente del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de la Fundación Campomar, que Leloir dirigiría desde su creación en 1947 a manos del empresario y mecenas Jaime Campomar y durante 40 años.
Investigó y descubrió por qué el riñón impulsa la hipertensión arterial cuando está enfermo. Ese mismo año, su compañero de laboratorio Rawell Caputo le planteó un problema que tenía en sus investigaciones biológicas de la glándula mamaria, por lo que su equipo, al que se había incorporado el becario Alejandro Paladini, logró que en una cromatografía se pudiera aislar la sustancia nucleótido-azúcar llamada uridina difosfato glucosa (UDPG), y por ende entender el proceso de almacenamiento de los carbohidratos y de su transformación en energía de reserva.
A principios de 1948, el equipo de Leloir identificó los azúcares carnucleótidos, compuestos que desempeñan un papel fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono, lo que convirtió al Instituto en un centro mundialmente reconocido. Inmediatamente después, Leloir recibió el Premio de la Sociedad Científica Argentina, uno de los tantos que recibió tanto en el país como en el extranjero.
A pesar de que hacia fines de 1957 Leloir fue tentado por la Fundación Rockefeller y por el Massachusetts General Hospital para emigrar a los Estados Unidos, como su maestro Houssay, prefirió quedarse y continuar trabajando en el país. Dada su importancia, el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos (NIH) y la Fundación Rockefeller decidieron subsidiar la investigación comandada por Leloir.
Al año siguiente firmó un acuerdo con el Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, Rolando García, por el cual se creó el «Instituto de Investigaciones Bioquímicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales» nombrando profesores titulares a Leloir, Carlos Eugenio Cardini y Enrico Cabib. Esto contribuyó a que jóvenes universitarios argentinos se sintieran atraídos por la investigación científica, lo que repercutió en el crecimiento de la institución. También llegaron a ese centro investigadores y becarios procedentes de los Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Francia, España y varios países de América Latina.
Para ese entonces Leloir estaba llevando a cabo sus trabajos de laboratorio en conjunto con la docencia como profesor externo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, tarea que sólo interrumpió para completar sus estudios en Cambridge y en el Enzime Research Laboratory de EEUU.
Su voluntad de investigación superó a las dificultades económicas enfrentadas por el Instituto. Con herramientas caseras, Leloir se dedicó a estudiar el proceso interno por el cual el hígado recibe glucosa y produce glucógeno, el material de reserva energética del organismo, y junto a Mauricio Muñoz logró oxidar ácidos grasos con extractos de células hepáticas.
En 1970 recibió el Premio Nobel de Química,convirtiéndose en el primer hispano en conseguirlo. Posteriormente su equipo se dedicó al estudio de las glicoproteínas –moléculas de reconocimiento en las células– y determinó la causa de la galactosemia, una grave enfermedad manifestada en la intolerancia a la leche. Las transformaciones bioquímicas de la lactosa en sus propios componentes son conocidas en el mundo científico como el camino de Leloir.
Luis Federico Leloir murió en Buenos Aires el 2 de diciembre de 1987, tras un ataque al corazón poco después de llegar del laboratorio a su casa. Fue enterrado en el Cementerio de La Recoleta
BERNARDO HOUSSAY: (10 de abril de 1887 - 21 de septiembre de 1971), Farmacéutico y Médico argentino nacido en Buenos Aires. Por sus descubrimientos sobre el papel desempeñado por las hormonas pituitarias en la regulación de la cantidad de azúcar en sangre (glucosa), fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 1947, siendo el primer argentino y latinoamericano laureado en Ciencias. Gracias a su trabajo, la fisiología fue la disciplina médica que mayor vigor y desarrollo tuvo en la Argentina.
Descendiente de franceses, fue un joven prodigio: cursó los estudios primarios en 2 años, fue bachiller del Colegio Nacional de Buenos Aires a los 13, se graduó de farmacéutico a los 17, y de médico a los 23, dos años después de comenzar la docencia en la Universidad de Buenos Aires. Houssay se convirtió en un maestro universitario de inigualable prestigio y en un importante investigador.
En 1919 fundó el Instituto de Fisiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y lo dirigió hasta 1943, y luego desde 1955. En él empezó su labor de enseñanza a sus discípulos, que luego se transformarían en los primeros profesores universitarios de fisiología del país. De esta manera el Instituto se convirtió en un centro de excelencia mundial en el área de la investigación científica.
También se debe a su iniciativa y la de sus colaboradores la fundación en 1920 de la Sociedad de Biología y la publicación del Acta Physiologica Latinoamericana desde 1950.
En 1945 publicó el tratado Fisiología humana, que sería traducido a las principales lenguas.
Gracias a la publicación de este tratado Houssay recibió la consagración internacional a través de importantes premios: de la Universidad de Toronto (Canadá), del Royal College of Physicians (Inglaterra), de la Royal Society of New South Wales (Australia), y, finalmente, el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1947, por su trabajo de la influencia del lóbulo anterior de la hipófisis en la distribución de la glucosa en el cuerpo, de importancia para el desarrollo de la diabetes.
El premio no le sirvió para aminorar las tensiones que tenía con el gobierno peronista: expulsado de su cátedra y en forma privada, Houssay creó el Instituto de Biología y Medicina Experimental. Desde allí realizó junto con sus compañeros más de mil trabajos en endocrinología, nutrición, farmacología, patología experimental, glándulas suprarrenales, páncreas, hipertensión, diabetes y otras áreas abarcadas por la fisiología.
Bernardo Houssay fue presidente de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Argentina de Biología y de la Federación Internacional de Diabetes. Debido a su importancia en este campo de la medicina también tuvo la oportunidad de dictar cursos en las instituciones más importantes del mundo y recibió condecoraciones por parte de los gobiernos de Francia, Bélgica y Chile. Gracias a su trabajo surgió el CONICET, del que fue su primer presidente.
En 1966 recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
Además de su trabajo pionero en la Argentina, dejó también a decenas de discípulos de importancia mundial entre los cuales se destaca Luis Federico Leloir, Premio Nobel de Química en 1970.Houssay murió en 1971. En 1983 recibió el Premio Konex de honor.
En 1972 la Organización de los Estados Americanos incorporó el Premio Bernardo Houssay para galardonar a los más importantes investigadores del continente americano.
CARLOS SAAVEDRA LAMAS: (Buenos Aires, 1 de noviembre de 1878 – 5 de mayo de 1959) fue un político, diplomático y jurista argentino, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1936, siendo el primer argentino y latinoamericano galardonado con este premio. De ascendencia gallega, era bisnieto del coronel Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta de Gobierno Patrio establecida en 1810.
Fue diputado y Ministro de Justicia e Instrucción Pública (1915) y de Relaciones Exteriores (1932 - 1938), durante la presidencia de Agustín P. Justo.
Como Ministro de Relaciones Exteriores presidió la Conferencia de Paz del Chaco, en la que participaron Brasil, Chile, Perú, Uruguay y los EE. UU.) alcanzándose un acuerdo de armisticio el 12 de junio de 1935 que puso fin a la Guerra del Chaco (1932 - 1935).
En 1936, cuando tenía 58 años, obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su labor en pro de la paz en general, pero en particular por haber inspirado el Pacto antibélico Saavedra Lamas, que fue firmado por 21 naciones y que se convirtió en un instrumento jurídico internacional. Además, del papel brillante como mediador para finalizar la guerra del Chaco que enfrentó a Paraguay y Bolivia. Fue Saavedra Lamas quien convocó a la Conferencia de Paz de Buenos Aires para detener el conflicto.
Fue presidente de la XI Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en Ginebra en 1928, de la Conferencia Panamericana de 1936 y de la Asamblea de la Sociedad de Naciones en 1936. Asimismo, fue rector de la Universidad de Buenos Aires entre 1941 y 1943 y profesor de la misma hasta 1946. Presidió la Academia de Derecho y Ciencias Sociales de Argentina.
Nació en Buenos Aires en 1878, en el seno de una familia de origen patricio; su bisabuelo fue Cornelio Saavedra presidente de la Primera Junta y su abuelo Mariano Saavedra fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires durante la presidencia de Bartolomé Mitre.
Carlos estaba casado con Rosa Sáenz Peña, hija del presidente Roque Sáenz Peña. Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires, impartiendo posteriormente clases en ella y en la Universidad Nacional de La Plata.
Se destacó en el campo docente: profesor de Derecho Público Provincial y de Historia Constitucional en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Universidad de La Plata; profesor de la carrera de sociología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires; profesor de finanzas, de economía política y de derecho constitucional en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. En el período de 1941 a 1943 fue rector de la Universidad de Buenos Aires y más tarde, profesor de Legislación del Trabajo.
Antes de cumplir los 30 años, Saavedra Lamas resultó elegido Diputado Nacional (1908-1912) por la Capital Federal, y más tarde por la Provincia de Buenos Aires (1912-1915).
Fue el primer presidente de la Comisión de Negocios Constitucionales y, posteriormente, de la de Presupuesto y Hacienda en la Legislatura. De su labor surgió un proyecto de ley sobre la importación del azúcar, que establecía un régimen proteccionista. También elaboro los proyectos sobre el sistema fiscal y régimen ferroviario. Su pensamiento conservador no le impidió tener una excelente relación con los legisladores de otras corrientes políticas, como Juan B. Justo.
En 1915 asumió como Ministro de Justicia e Instrucción Pública durante la presidencia de Victorino de la Plaza. Así, el 9 de julio de 1916 representó al Presidente en la conmemoración del Centenario de la Independencia, celebrada en San Miguel de Tucumán.
Durante el gobierno de Marcelo T. de Alvear (1922-1928), intervino en el Código del Trabajo, basado en el proyecto de Joaquín V. González de comienzos del siglo XX. Propuso transformar en Ministerio al entonces Departamento Nacional del Trabajo. Por su conocimiento desplegado en esa área fue elegido en 1928 presidente de la XI Conferencia Internacional del Trabajo; era la primera vez que un argentino llegaba a esa destacada posición.
Su etapa como ministro de Relaciones Exteriores del Presidente Agustín P. Justo sería calificada como de las más activas y cruciales en la historia de la política exterior argentina. Hábil diplomático, supo mediar en el sangriento conflicto militar entre Paraguay y Bolivia por el Chaco (donde se había descubierto petróleo), que se extendía con toda crudeza desde junio de 1932, y evitó la injerencia estadounidense en la zona, firmándose el 12 de junio de 1935 el Protocolo de Buenos Aires, que puso fin a la guerra. Justamente por su mediación recibió en 1936 el Premio Nobel de la Paz. También defendió la neutralidad del país en la Guerra Civil Española.
Falleció el 5 de mayo de 1959 en Buenos Aires, cuando tenía 80 años.
Info: Wikipedia
CÉSAR MILSTEIN: Nació el 8 de octubre de 1927 en el seno de una familia judía, en la ciudad de Bahía Blanca, donde permaneció hasta 1945, cuando se trasladó a la Capital Federal para estudiar en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Se graduó de Licenciado en Ciencias Químicas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, a los 25 años de edad, y cuatro años más tarde, en 1956, recibió su doctorado en Química y un premio especial por parte de la Sociedad Bioquímica Argentina; obtuvo su primer doctorado como químico, por su tesis sobre enzimas.
Fue becado por la Universidad de Cambridge donde consiguió su segundo doctorado en 1960, trabajando bajo la dirección del bioquímico molecular Frederick Sanger.
Milstein regresó a la Argentina en 1961 para hacerse cargo de la División de Biología Molecular del Instituto Nacional de Microbiología, pero sólo estuvo un año en el cargo para regresar a Inglaterra tras el golpe militar de 1962.
Estando en Cambridge a los 36 años, formó parte del Laboratorio de Biología Molecular y trabajó en el estudio de las inmunoglobulinas, adelantando el entendimiento acerca del proceso por el cual la sangre produce anticuerpos (las proteínas encargadas de combatir a la presencia de cuerpos extraños o antígenos).
En 1983, Milstein fue nombrado jefe y director de la División de Química, Proteínas y Ácidos Nucleicos de la Universidad de Cambridge. Por su trabajo en el desarrollo de anticuerpos monoclonales obtuvo el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1984.
A pesar de que lo hubiera hecho enormemente rico, Milstein no registró ninguna patente por su laureado descubrimiento, pues pensaba que era propiedad intelectual de la humanidad y como tal lo legó. De acuerdo a sus convicciones, su trabajo carecía de interés económico y sólo poseía interés científico.
En 1993 recibió el Premio Konex de Brillante junto a René Favaloro por su legado a las Ciencias y Tecnología de la Argentina, otorgado por la Fundación Konex.
Falleció el 24 de marzo de 2002 en Cambridge, Inglaterra, víctima de una afección cardíaca, a los 74 años de edad.
LUIS LELOIR: (París, Francia, 6 de septiembre de 1906 - Buenos Aires, Argentina, 17 de diciembre de 1987).
Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para doctorarse en dicha profesión. En 1933 conoció a Bernardo A. Houssay, quien dirigió su tesis doctoral acerca de las glándulas suprarrenales y el metabolismo de los hidratos de carbono.
Su tesis fue completada en sólo dos años, recibiendo el premio de la facultad al mejor trabajo doctoral; junto a su maestro descubrió que su formación en ciencias tales como física, matemática, química y biología era escasa, por lo que comenzó a asistir a clases de dichas especialidades en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires como alumno oyente.
En 1936 viajó hacia Inglaterra para dar comienzo a sus estudios avanzados en la Universidad de Cambridge, bajo la supervisión del también Premio Nobel Sir Frederick Gowland Hopkins, quien había obtenido esa distinción en 1929 por sus estudios en fisiología y/o medicina tras descubrir que ciertas sustancias, hoy conocidas como vitaminas, eran fundamentales para mantener la buena salud.
Hacia 1943 tuvo que dejar el país, dado que Houssay fue expulsado de la Facultad de Medicina por firmar una carta pública en oposición al régimen nazi de Alemania y al apoyo del gobierno militar comandado por Pedro Pablo Ramírez, que también integró y apoyó Juan D. Perón. Su destino fue Estados Unidos, donde ocupó el cargo de investigador asociado en el Departamento de Farmacología de la Universidad de Washington. En 1945 regresó al país para trabajar en el Instituto dirigido por Bernardo A. Houssay, precedente del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de la Fundación Campomar, que Leloir dirigiría desde su creación en 1947 a manos del empresario y mecenas Jaime Campomar y durante 40 años.
Investigó y descubrió por qué el riñón impulsa la hipertensión arterial cuando está enfermo. Ese mismo año, su compañero de laboratorio Rawell Caputo le planteó un problema que tenía en sus investigaciones biológicas de la glándula mamaria, por lo que su equipo, al que se había incorporado el becario Alejandro Paladini, logró que en una cromatografía se pudiera aislar la sustancia nucleótido-azúcar llamada uridina difosfato glucosa (UDPG), y por ende entender el proceso de almacenamiento de los carbohidratos y de su transformación en energía de reserva.
A principios de 1948, el equipo de Leloir identificó los azúcares carnucleótidos, compuestos que desempeñan un papel fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono, lo que convirtió al Instituto en un centro mundialmente reconocido. Inmediatamente después, Leloir recibió el Premio de la Sociedad Científica Argentina, uno de los tantos que recibió tanto en el país como en el extranjero.
A pesar de que hacia fines de 1957 Leloir fue tentado por la Fundación Rockefeller y por el Massachusetts General Hospital para emigrar a los Estados Unidos, como su maestro Houssay, prefirió quedarse y continuar trabajando en el país. Dada su importancia, el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos (NIH) y la Fundación Rockefeller decidieron subsidiar la investigación comandada por Leloir.
Al año siguiente firmó un acuerdo con el Decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, Rolando García, por el cual se creó el «Instituto de Investigaciones Bioquímicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales» nombrando profesores titulares a Leloir, Carlos Eugenio Cardini y Enrico Cabib. Esto contribuyó a que jóvenes universitarios argentinos se sintieran atraídos por la investigación científica, lo que repercutió en el crecimiento de la institución. También llegaron a ese centro investigadores y becarios procedentes de los Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Francia, España y varios países de América Latina.
Para ese entonces Leloir estaba llevando a cabo sus trabajos de laboratorio en conjunto con la docencia como profesor externo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, tarea que sólo interrumpió para completar sus estudios en Cambridge y en el Enzime Research Laboratory de EEUU.
Su voluntad de investigación superó a las dificultades económicas enfrentadas por el Instituto. Con herramientas caseras, Leloir se dedicó a estudiar el proceso interno por el cual el hígado recibe glucosa y produce glucógeno, el material de reserva energética del organismo, y junto a Mauricio Muñoz logró oxidar ácidos grasos con extractos de células hepáticas.
En 1970 recibió el Premio Nobel de Química,convirtiéndose en el primer hispano en conseguirlo. Posteriormente su equipo se dedicó al estudio de las glicoproteínas –moléculas de reconocimiento en las células– y determinó la causa de la galactosemia, una grave enfermedad manifestada en la intolerancia a la leche. Las transformaciones bioquímicas de la lactosa en sus propios componentes son conocidas en el mundo científico como el camino de Leloir.
Luis Federico Leloir murió en Buenos Aires el 2 de diciembre de 1987, tras un ataque al corazón poco después de llegar del laboratorio a su casa. Fue enterrado en el Cementerio de La Recoleta
BERNARDO HOUSSAY: (10 de abril de 1887 - 21 de septiembre de 1971), Farmacéutico y Médico argentino nacido en Buenos Aires. Por sus descubrimientos sobre el papel desempeñado por las hormonas pituitarias en la regulación de la cantidad de azúcar en sangre (glucosa), fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 1947, siendo el primer argentino y latinoamericano laureado en Ciencias. Gracias a su trabajo, la fisiología fue la disciplina médica que mayor vigor y desarrollo tuvo en la Argentina.
Descendiente de franceses, fue un joven prodigio: cursó los estudios primarios en 2 años, fue bachiller del Colegio Nacional de Buenos Aires a los 13, se graduó de farmacéutico a los 17, y de médico a los 23, dos años después de comenzar la docencia en la Universidad de Buenos Aires. Houssay se convirtió en un maestro universitario de inigualable prestigio y en un importante investigador.
En 1919 fundó el Instituto de Fisiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y lo dirigió hasta 1943, y luego desde 1955. En él empezó su labor de enseñanza a sus discípulos, que luego se transformarían en los primeros profesores universitarios de fisiología del país. De esta manera el Instituto se convirtió en un centro de excelencia mundial en el área de la investigación científica.
También se debe a su iniciativa y la de sus colaboradores la fundación en 1920 de la Sociedad de Biología y la publicación del Acta Physiologica Latinoamericana desde 1950.
En 1945 publicó el tratado Fisiología humana, que sería traducido a las principales lenguas.
Gracias a la publicación de este tratado Houssay recibió la consagración internacional a través de importantes premios: de la Universidad de Toronto (Canadá), del Royal College of Physicians (Inglaterra), de la Royal Society of New South Wales (Australia), y, finalmente, el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1947, por su trabajo de la influencia del lóbulo anterior de la hipófisis en la distribución de la glucosa en el cuerpo, de importancia para el desarrollo de la diabetes.
El premio no le sirvió para aminorar las tensiones que tenía con el gobierno peronista: expulsado de su cátedra y en forma privada, Houssay creó el Instituto de Biología y Medicina Experimental. Desde allí realizó junto con sus compañeros más de mil trabajos en endocrinología, nutrición, farmacología, patología experimental, glándulas suprarrenales, páncreas, hipertensión, diabetes y otras áreas abarcadas por la fisiología.
Bernardo Houssay fue presidente de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, de la Academia Nacional de Medicina, de la Sociedad Argentina de Biología y de la Federación Internacional de Diabetes. Debido a su importancia en este campo de la medicina también tuvo la oportunidad de dictar cursos en las instituciones más importantes del mundo y recibió condecoraciones por parte de los gobiernos de Francia, Bélgica y Chile. Gracias a su trabajo surgió el CONICET, del que fue su primer presidente.
En 1966 recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
Además de su trabajo pionero en la Argentina, dejó también a decenas de discípulos de importancia mundial entre los cuales se destaca Luis Federico Leloir, Premio Nobel de Química en 1970.Houssay murió en 1971. En 1983 recibió el Premio Konex de honor.
En 1972 la Organización de los Estados Americanos incorporó el Premio Bernardo Houssay para galardonar a los más importantes investigadores del continente americano.
CARLOS SAAVEDRA LAMAS: (Buenos Aires, 1 de noviembre de 1878 – 5 de mayo de 1959) fue un político, diplomático y jurista argentino, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1936, siendo el primer argentino y latinoamericano galardonado con este premio. De ascendencia gallega, era bisnieto del coronel Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta de Gobierno Patrio establecida en 1810.
Fue diputado y Ministro de Justicia e Instrucción Pública (1915) y de Relaciones Exteriores (1932 - 1938), durante la presidencia de Agustín P. Justo.
Como Ministro de Relaciones Exteriores presidió la Conferencia de Paz del Chaco, en la que participaron Brasil, Chile, Perú, Uruguay y los EE. UU.) alcanzándose un acuerdo de armisticio el 12 de junio de 1935 que puso fin a la Guerra del Chaco (1932 - 1935).
En 1936, cuando tenía 58 años, obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su labor en pro de la paz en general, pero en particular por haber inspirado el Pacto antibélico Saavedra Lamas, que fue firmado por 21 naciones y que se convirtió en un instrumento jurídico internacional. Además, del papel brillante como mediador para finalizar la guerra del Chaco que enfrentó a Paraguay y Bolivia. Fue Saavedra Lamas quien convocó a la Conferencia de Paz de Buenos Aires para detener el conflicto.
Fue presidente de la XI Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en Ginebra en 1928, de la Conferencia Panamericana de 1936 y de la Asamblea de la Sociedad de Naciones en 1936. Asimismo, fue rector de la Universidad de Buenos Aires entre 1941 y 1943 y profesor de la misma hasta 1946. Presidió la Academia de Derecho y Ciencias Sociales de Argentina.
Nació en Buenos Aires en 1878, en el seno de una familia de origen patricio; su bisabuelo fue Cornelio Saavedra presidente de la Primera Junta y su abuelo Mariano Saavedra fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires durante la presidencia de Bartolomé Mitre.
Carlos estaba casado con Rosa Sáenz Peña, hija del presidente Roque Sáenz Peña. Estudió Derecho en la Universidad de Buenos Aires, impartiendo posteriormente clases en ella y en la Universidad Nacional de La Plata.
Se destacó en el campo docente: profesor de Derecho Público Provincial y de Historia Constitucional en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Universidad de La Plata; profesor de la carrera de sociología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires; profesor de finanzas, de economía política y de derecho constitucional en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. En el período de 1941 a 1943 fue rector de la Universidad de Buenos Aires y más tarde, profesor de Legislación del Trabajo.
Antes de cumplir los 30 años, Saavedra Lamas resultó elegido Diputado Nacional (1908-1912) por la Capital Federal, y más tarde por la Provincia de Buenos Aires (1912-1915).
Fue el primer presidente de la Comisión de Negocios Constitucionales y, posteriormente, de la de Presupuesto y Hacienda en la Legislatura. De su labor surgió un proyecto de ley sobre la importación del azúcar, que establecía un régimen proteccionista. También elaboro los proyectos sobre el sistema fiscal y régimen ferroviario. Su pensamiento conservador no le impidió tener una excelente relación con los legisladores de otras corrientes políticas, como Juan B. Justo.
En 1915 asumió como Ministro de Justicia e Instrucción Pública durante la presidencia de Victorino de la Plaza. Así, el 9 de julio de 1916 representó al Presidente en la conmemoración del Centenario de la Independencia, celebrada en San Miguel de Tucumán.
Durante el gobierno de Marcelo T. de Alvear (1922-1928), intervino en el Código del Trabajo, basado en el proyecto de Joaquín V. González de comienzos del siglo XX. Propuso transformar en Ministerio al entonces Departamento Nacional del Trabajo. Por su conocimiento desplegado en esa área fue elegido en 1928 presidente de la XI Conferencia Internacional del Trabajo; era la primera vez que un argentino llegaba a esa destacada posición.
Su etapa como ministro de Relaciones Exteriores del Presidente Agustín P. Justo sería calificada como de las más activas y cruciales en la historia de la política exterior argentina. Hábil diplomático, supo mediar en el sangriento conflicto militar entre Paraguay y Bolivia por el Chaco (donde se había descubierto petróleo), que se extendía con toda crudeza desde junio de 1932, y evitó la injerencia estadounidense en la zona, firmándose el 12 de junio de 1935 el Protocolo de Buenos Aires, que puso fin a la guerra. Justamente por su mediación recibió en 1936 el Premio Nobel de la Paz. También defendió la neutralidad del país en la Guerra Civil Española.
Falleció el 5 de mayo de 1959 en Buenos Aires, cuando tenía 80 años.
Info: Wikipedia
domingo, 20 de febrero de 2011
- Valija e imperialismo -
El siguiente fragmento pertenece al libro “Imperialismo y cultura” (1964) de Juan José Hernández Arregui. Esclarecedor por la vigencia sobre acontecimientos que ocurrieron hace más de 75 años, así como llamativo es el hilo conductor que los une a nuestro presente. El actual alineamiento con un país extranjero del sector históricamente más reaccionario de la prensa y de los referentes políticos ligados al capital y el pensamiento foráneos, no hace más que corroborar lo que de este análisis se desprende.
“A raíz del golpe de 1930 se consuma la sujeción total de la economía al capital extranjero. La medida de fondo fue la creación del Banco Central directamente organizado sobre directivas impartidas por Sir Otto Niemeyer, un funcionario inglés. El Banco de la Nación Argentina se convirtió en una mera sucursal del Banco de Inglaterra. La emisión de moneda y la facultad legal de desvalorización fue una de sus atribuciones.
El control sobre la política crediticia le otorgó poderes exclusivos para fomentar determinadas formas de producción que interesaban a Gran Bretaña y ahogar todo crecimiento industrial que favoreciese al país. En su poder discrecional quedó la conducción de la política monetaria, el comercio de importación y exportación y la regulación de toda actividad nacional que contrariase los intereses monopolistas extranjeros. El Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias fue el instrumento creado por la oligarquía para salvarse del desastre o postración en que había caído después de la crisis de 1929 y compensó, descargándolas sobre el pueblo, las deudas anteriores contraídas por una existencia de imprevisión y despilfarro. Ante esta política de la oligarquía aliada al imperialismo, LOS PARTIDOS POLITICOS CALLARON O FUERON CÓMPLICES. La SOBERANÍA NACIONAL fue vendida a una voluntad extraña. La perfectibilidad jurídica del sistema encontró argentinos que le dieron vigencia, como Enrique Uriburu, Alberto Hueyo, FEDERICO PINEDO y Raúl Prebisch. Estos personajes actuaron bajo el asesoramiento de Baring Brothers, Leng Roberts y Cía, Morgan, etc. Toda esta historia, demasiado conocida, es la del período más sombrío de nuestro retroceso como Nación y de los brillantes negociados del IMPERIALISMO ANGLO-YANQUI en la Argentina. Por expresas disposiciones de Londres –definitivamente documentadas- las leyes coloniales fueron sancionadas en 1935 con la COMPLICIDAD concertada DE LA PRENSA. Estos DIARIOS, apéndices de empresas extranjeras, CONTRIBUYERON con sus campañas al atentado CONTRA LA ARGENTINA. Historia sucia, se vincula a personas y partidos de las más diversas procedencias. Pero esta política se asoció a un plan interno de desintegración y debilitamiento de la economía nacional, con la ley de unificación de los impuestos internos que prácticamente cegó en sus fuentes al federalismo, dio origen a las juntas reguladoras y reforzó el monopolio de los frigoríficos en el comercio de las carnes interno e internacional. El interior, con esta política, fue condenado a la miseria, a los bajos salarios, al poder omnímodo de los MONOPOLIOS locales CONTROLADOS POR BUENOS AIRES, es decir, por los trusts mundiales. La regulación de la economía desde Buenos Aires por gigantescos monopolios nacionales, EXTREMIDADES DEL CAPITAL EXTRANJERO, contó con puertos propios, dominó el sistema fluvial, marítimo y ferroviario. El golpe de setiembre remató en un ENTENDIMIENTO ANGLO-YANQUI sobre el PETRÓLEO y significó la retrogradación de YPF en materia petrolífera. En 1935 el sojuzgamiento del país estaba concluido."
-----------------------------------------------------------------------
Fragmento de: "LO MÁS PRONTO POSIBLE"
Horacio Verbitsky
Página/12 (20/02/2011)
"Una fuente insustituible para conocer los objetivos del Comando Sur es el informe anual de su jefe ante la Comisión de Fuerzas Armadas del Senado de los Estados Unidos, que debe aprobar su presupuesto. El 11 de marzo del año pasado, el brigadier general Douglas Fraser explicó que EL MAYOR MERCADO para los Estados Unidos es el que va desde Canadá hasta la PATAGONIA, “con casi el 38 por ciento del comercio”, contra 31 por ciento de la Cuenca del Pacífico y 21 por ciento de Europa. “Importamos más petróleo crudo de esta región (52 por ciento) que del Golfo Pérsico (13 por ciento)”. La inversión extranjera directa de Estados Unidos es igual en la región que en Asia, Medio Oriente y Africa juntas. “En 2011 el intercambio con América Latina será mayor que el de Estados Unidos con Europa y Japón sumados”, dijo Fraser. Estados Unidos ya no puede dar por sentado que el American Way of life “sea la ideología única preferida en la región”. Dada la presencia de jugadores en expansión global como China, Rusia e Irán LA DEMOCRACIA “debe competir en forma activa” en la región con "EL POPULISMO Y EL SOCIALISMO”. Estados Unidos debe contrarrestar entonces cualquier “MENSAJE ANTIESTADOUNIDENSE” y para ello “ENTRENAMOS y trabajamos con nuestros SOCIOS REGIONALES en el mejoramiento de la SEGURIDAD, proveemos asistencia humanitaria y respondemos a desastres”. Agregó que el gasto militar per capita en su área de responsabilidad es el más bajo del mundo, igual que la probabilidad de amenazas militares convencionales. “Pero enfrentamos desafíos no tradicionales”, alimentados “por las endémicas condiciones de pobreza, la desigual distribución del ingreso y la corrupción”.
domingo, 13 de febrero de 2011
A 194 años de Chacabuco
Tras el Cruce de los Andes, todas las tropas que partieron y avanzaron separadamente, se reunieron el valle de Aconcagua, en el Campamento de Curimón, el día 8 de febrero de 1817. El objetivo era ocupar la ciudad de Santiago, que estaba bajo el mando del gobernador español, Francisco Marcó del Pont.
Rafael Maroto fue el designado al frente de las tropas realistas, que ascendían a algo más de 2.000 hombres, para detener a los patriotas en la cuesta de Chacabuco.
EL ENCUENTRO
El Combate de Chacabuco se produjo el día 12 de febrero, desarrollándose entre las 11 de la mañana y las 14 hs., adelantándose dos días a lo pensado en un principio, para no dar tiempo a las fuerzas realistas a reorganizarse, luego de haber sido dividas por la “guerra de zapa” (estrategia de distracción por la que se simuló un ataque desde varios frentes).
Las fuerzas sanmartinianas se dividieron en un ala derecha, al mando del Brigadier Miguel Estanislao Soler, con 2.000 hombres, que tomó el camino largo de la Cuesta Nueva y en un ala izquierda, a cargo de O´Higgins, con 1.500 hombres, que avanzó por el camino corto de la Cuesta Vieja. Ambas divisiones convergerían en Chacabuco para enfrentar a las fuerzas enemigas.
Sin embargo, el plan no se ejecutó de la manera prevista. O´Higgins, que lógicamente al avanzar por el camino más corto, llegó primero, con la misión de contener a los enemigos hasta la llegada de Soler, tal vez se vio entre los fuegos cruzados de los españoles, o quizás por sus ansias de victoria impaciente, atacó sin esperar la llegada de Soler. Estando la batalla muy comprometida para los criollos, la intervención personal de San Martín, comenzó a convirtir a la batalla de Chacabuco en símbolo de victoria para la causa patriótica.
Inmediatamente se produce el primer encuentro de proporciones en la cuesta de Chacabuco. Miles de hombres en armas se enfrentaron en decisivo encuentro, teniendo gran protagonismo los infantes morenos que elogiara el Libertador en sus escritos posteriores a la contienda.
La llegada de Soler, cambió definitivamente el rumbo del encuentro, ya que el ataque sorpresivo de esta división, dejó a los realistas sorprendidos e indefensos.
El boletín donde se comunica al pueblo de Buenos Aires el triunfo de Chacabuco, termina diciendo “Enemigos del nombre americano! Cesad de derramar sangre inútilmente. Respetad a los héroes de la Cuesta de Chacabuco”.
CONSECUENCIAS
Las pérdidas españolas, ascendieron a 500 hombres muertos y 600 prisioneros. Como botín de guerra fueron tomados 100 fusiles, dos piezas de artillería y banderas. Entre las fuerzas emancipadoras murieron 12 personas y 120 resultaron heridas.
El gobernador de Chile, Marcó del Pont, intentó huir hacia Valparaíso, pero fue tomado prisionero y confinado en San Luis.
El día 14 de febrero, San Martín y sus hombres hicieron la entrada triunfal en Santiago, ante el clamor popular. Francisco Ruiz Tagle fue designado gobernador político interino. El 15 de febrero se reunió un Cabildo Abierto. El cargo de Director Supremo le fue ofrecido a San Martín, pero éste rehusó ese nombramiento y solicitó que le fuera concedido a Bernardo O´Higgins, quien finalmente ocupó ese cargo. San Martín también rehusó a ser designado Brigadier General. Con el dinero con que fuera recompensado por el Cabildo de Santiago, San Martín decidió que fuera destinado a fundar en esa ciudad, una Biblioteca Pública. También fue inaugurada una filial de la Logia Lautaro, que reunió a los partidarios de O´Higgins, como instrumento de poder político respaldatorio al gobierno patrio, que actuaría en coordinación con la logia argentina.
En Chile, San Martín mantuvo un equilibrio entre la aristocracia chilena y las clases populares. Evitó, según las instrucciones que le habían sido impartidas, toda conquista, invitando a Chile a designar diputados al Congreso de Tucumán para formar un gran estado o de lo contrario, realizar una alianza entre ambas naciones.
A partir de este momento los planes del Libertador, concibieron la campaña al sur de Chile, donde se habían reagrupado las tropas españolas, luego de la derrota de Chacabuco. A tal fin, se dirigió hacia Buenos Aires, para pedir ayuda material, sobre todo embarcaciones, que les permitirían dirigirse hacia Lima. En el mes de mayo retornó a Santiago.
Rafael Maroto fue el designado al frente de las tropas realistas, que ascendían a algo más de 2.000 hombres, para detener a los patriotas en la cuesta de Chacabuco.
EL ENCUENTRO
El Combate de Chacabuco se produjo el día 12 de febrero, desarrollándose entre las 11 de la mañana y las 14 hs., adelantándose dos días a lo pensado en un principio, para no dar tiempo a las fuerzas realistas a reorganizarse, luego de haber sido dividas por la “guerra de zapa” (estrategia de distracción por la que se simuló un ataque desde varios frentes).
Las fuerzas sanmartinianas se dividieron en un ala derecha, al mando del Brigadier Miguel Estanislao Soler, con 2.000 hombres, que tomó el camino largo de la Cuesta Nueva y en un ala izquierda, a cargo de O´Higgins, con 1.500 hombres, que avanzó por el camino corto de la Cuesta Vieja. Ambas divisiones convergerían en Chacabuco para enfrentar a las fuerzas enemigas.
Sin embargo, el plan no se ejecutó de la manera prevista. O´Higgins, que lógicamente al avanzar por el camino más corto, llegó primero, con la misión de contener a los enemigos hasta la llegada de Soler, tal vez se vio entre los fuegos cruzados de los españoles, o quizás por sus ansias de victoria impaciente, atacó sin esperar la llegada de Soler. Estando la batalla muy comprometida para los criollos, la intervención personal de San Martín, comenzó a convirtir a la batalla de Chacabuco en símbolo de victoria para la causa patriótica.
Inmediatamente se produce el primer encuentro de proporciones en la cuesta de Chacabuco. Miles de hombres en armas se enfrentaron en decisivo encuentro, teniendo gran protagonismo los infantes morenos que elogiara el Libertador en sus escritos posteriores a la contienda.
La llegada de Soler, cambió definitivamente el rumbo del encuentro, ya que el ataque sorpresivo de esta división, dejó a los realistas sorprendidos e indefensos.
El boletín donde se comunica al pueblo de Buenos Aires el triunfo de Chacabuco, termina diciendo “Enemigos del nombre americano! Cesad de derramar sangre inútilmente. Respetad a los héroes de la Cuesta de Chacabuco”.
CONSECUENCIAS
Las pérdidas españolas, ascendieron a 500 hombres muertos y 600 prisioneros. Como botín de guerra fueron tomados 100 fusiles, dos piezas de artillería y banderas. Entre las fuerzas emancipadoras murieron 12 personas y 120 resultaron heridas.
El gobernador de Chile, Marcó del Pont, intentó huir hacia Valparaíso, pero fue tomado prisionero y confinado en San Luis.
El día 14 de febrero, San Martín y sus hombres hicieron la entrada triunfal en Santiago, ante el clamor popular. Francisco Ruiz Tagle fue designado gobernador político interino. El 15 de febrero se reunió un Cabildo Abierto. El cargo de Director Supremo le fue ofrecido a San Martín, pero éste rehusó ese nombramiento y solicitó que le fuera concedido a Bernardo O´Higgins, quien finalmente ocupó ese cargo. San Martín también rehusó a ser designado Brigadier General. Con el dinero con que fuera recompensado por el Cabildo de Santiago, San Martín decidió que fuera destinado a fundar en esa ciudad, una Biblioteca Pública. También fue inaugurada una filial de la Logia Lautaro, que reunió a los partidarios de O´Higgins, como instrumento de poder político respaldatorio al gobierno patrio, que actuaría en coordinación con la logia argentina.
En Chile, San Martín mantuvo un equilibrio entre la aristocracia chilena y las clases populares. Evitó, según las instrucciones que le habían sido impartidas, toda conquista, invitando a Chile a designar diputados al Congreso de Tucumán para formar un gran estado o de lo contrario, realizar una alianza entre ambas naciones.
A partir de este momento los planes del Libertador, concibieron la campaña al sur de Chile, donde se habían reagrupado las tropas españolas, luego de la derrota de Chacabuco. A tal fin, se dirigió hacia Buenos Aires, para pedir ayuda material, sobre todo embarcaciones, que les permitirían dirigirse hacia Lima. En el mes de mayo retornó a Santiago.
viernes, 11 de febrero de 2011
Biografías: José María Rosa
Nació en Buenos Aires el 20 de agosto de 1906. Se recibe de abogado a la temprana edad de 20 años y luego de un breve paso de ejercicio de la profesión y luego como juez de instrucción se dedica a la enseñanza, tanto en cátedras universitarias como secundarias. De su experiencia como Juez en Santa Fe sale su primer libro "Más allá del código". Su militancia política comenzó en las filas de la Democracia Progresista. Completa sus estudios doctorándose con la tesis "Orígenes místicos del estado" que es también tema de su segundo libro, de 1936: "Interpretación Religiosa de la Historia", donde examina la historia como "la sociedad en el tiempo", descartando las visiones institucionales, raciales, periodísticas o épicas. Residió en Santa Fe, donde dictaba en la facultad de derecho, cátedras de Historia de las Instituciones y en esa ciudad, junto con otros estudiosos de la historia fundó en 1938 el "Instituto de Estudios Federalistas", desde donde se dictaron conferencias, se establecieron lazos con entidades similares en el país y en el exterior y a través de ellas se perfiló una vigorosa corriente de los que buscaban revisar la historia y sobre todo mirarla desde un ángulo social. En 1943 sale su primer libro de historia Argentina, "Defensa y Pérdida de nuestra independencia Económica". En 1945, ya sumado a la naciente corriente nacionalista de pensamiento y acción política, debió trasladarse a Buenos Aires por desinteligencias con el rectorado y algunos centros de estudiantes, fruto de su militancia política e histórica. Centra entonces su actividad en la universidad de La Plata, ejerciendo también la cátedra en colegios secundarios. Por entonces publica "Nos los representantes del pueblo", "La misión García ante Lord Strangford" y "El cóndor ciego". La "Revolución libertadora" lo deja cesante y lo encarcela en ocasión de la detención de su amigo John W. Cooke, a quién había dado refugio en su casa. El delito que le imputan es "rosismo".
Luego de varios meses de prisión sale para militar, ahora más activa y decididamente, enrolándose en el fallido intento del General Juan José Valle el 9 de junio de 1956. Es perseguido pero fuga a Montevideo y de allí, aceptando una invitación del Instituto de Cultura Hispánica, que le promete la edición de su libro "La caída de Rosas" viaja a España donde permanece hasta 1958, ejerciendo el periodismo y dando conferencias en distintos ámbitos. Vuelve para sobrevivir de lo poco que le producen sus publicaciones y artículos y eventuales cursos de historia, que da permanentemente en sindicatos de todo el país. Su actividad tiene como marco el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, entidad de la que fue presidente en varias oportunidades. De esa época son sus libros "Rivadavia y el imperialismo financiero" y "La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas".
A raíz de esta última publicación su nombre pasa a ser muy conocido en el Paraguay, a donde es invitado permanentemente a dar conferencias o asistir a eventos relacionados con el prócer máximo Paraguayo. Mientras tanto participa activamente en la llamada "Resistencia peronista" convirtiéndose en uno de sus referentes más respetados y queridos. Es en ese período que el peronismo, antes indiferente toma con entusiasmo las banderas revisionistas y las hace suyas. Rosa integraría la comitiva de notables que van a buscar a Perón el 17 de noviembre de 1972 en el famoso vuelo charter. Para entonces ya se había publicado su "Historia Argentina", obra en 13 tomos. El General Perón, dispone que se haga cargo de la embajada en Asunción, considerando que su prestigio en Paraguay pudiese ser positivo para los intereses nacionales dado que en ese tiempo se jugaban en las cotas de altura de la represa de Corpus, la factibilidad de construir Yaciretá. Muerto Perón, tuvo desinteligencias con el canciller Vignes y optó por aceptar la embajada en Atenas, donde permaneció hasta el golpe militar de 1976. Regresó a Buenos Aires, donde sus libros eran retirados de las bibliotecas. Fundó la revista "Línea" (Por pretender abarcar a todo el pensamiento de la línea nacional), "la voz de los que no tienen voz". La revista era secuestrada y Rosa era víctima de numerosos juicios en su contra. Aún así "Línea" salió adelante. Mientras tanto continuó con la publicación de libros y artículos en algunos medios que poco a poco se animaban a expresarse. Su vida se apagó el 2 de julio de 1991 muriendo en forma serena.
Es a su pedido, Ley 20.770, que se declara al día 20 de noviembre, en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado, "Día de la Soberanía Nacional".
Luego de varios meses de prisión sale para militar, ahora más activa y decididamente, enrolándose en el fallido intento del General Juan José Valle el 9 de junio de 1956. Es perseguido pero fuga a Montevideo y de allí, aceptando una invitación del Instituto de Cultura Hispánica, que le promete la edición de su libro "La caída de Rosas" viaja a España donde permanece hasta 1958, ejerciendo el periodismo y dando conferencias en distintos ámbitos. Vuelve para sobrevivir de lo poco que le producen sus publicaciones y artículos y eventuales cursos de historia, que da permanentemente en sindicatos de todo el país. Su actividad tiene como marco el Instituto de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, entidad de la que fue presidente en varias oportunidades. De esa época son sus libros "Rivadavia y el imperialismo financiero" y "La guerra del Paraguay y las montoneras argentinas".
A raíz de esta última publicación su nombre pasa a ser muy conocido en el Paraguay, a donde es invitado permanentemente a dar conferencias o asistir a eventos relacionados con el prócer máximo Paraguayo. Mientras tanto participa activamente en la llamada "Resistencia peronista" convirtiéndose en uno de sus referentes más respetados y queridos. Es en ese período que el peronismo, antes indiferente toma con entusiasmo las banderas revisionistas y las hace suyas. Rosa integraría la comitiva de notables que van a buscar a Perón el 17 de noviembre de 1972 en el famoso vuelo charter. Para entonces ya se había publicado su "Historia Argentina", obra en 13 tomos. El General Perón, dispone que se haga cargo de la embajada en Asunción, considerando que su prestigio en Paraguay pudiese ser positivo para los intereses nacionales dado que en ese tiempo se jugaban en las cotas de altura de la represa de Corpus, la factibilidad de construir Yaciretá. Muerto Perón, tuvo desinteligencias con el canciller Vignes y optó por aceptar la embajada en Atenas, donde permaneció hasta el golpe militar de 1976. Regresó a Buenos Aires, donde sus libros eran retirados de las bibliotecas. Fundó la revista "Línea" (Por pretender abarcar a todo el pensamiento de la línea nacional), "la voz de los que no tienen voz". La revista era secuestrada y Rosa era víctima de numerosos juicios en su contra. Aún así "Línea" salió adelante. Mientras tanto continuó con la publicación de libros y artículos en algunos medios que poco a poco se animaban a expresarse. Su vida se apagó el 2 de julio de 1991 muriendo en forma serena.
Es a su pedido, Ley 20.770, que se declara al día 20 de noviembre, en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado, "Día de la Soberanía Nacional".
viernes, 4 de febrero de 2011
- Te sacan el cuero -
Hace un par de días me encontré con un artesano que, entre varias anécdotas de su oficio, mencionó algunas relacionadas con la ciudad de Sumampa en Santiago del Estero. De ahí trae el hombre los cueros ya curtidos para sus labores. Me resultó extraño que, viviendo nosotros en una zona ganadera, tuviera que irse hasta aquella provincia para conseguir algo que acá yo daba por descontado que había y en abundancia. Cuando le pregunté por ello, me dice este artesano que nuestros cueros no sirven porque están “quemados”. Ante mi cara de asombro y evidente ignorancia continuó: “aquí hasta hace algunos años el ganado se metía en los montecitos que había en los campos para protegerse del sol, del frío y de la lluvia, pero como el chacarero desmontó todo para ganar algunos metros más de terreno para sembrar soja, entonces ahora los animales viven a la intemperie, sin la protección que le daban los árboles, y así el cuero se quema y no sirve”.
A ese horizonte tan parejo que nos va dejando la soja tenemos que agradecerle además de otras tantas “bondades”, la de los cueros de Sumampa.
A ese horizonte tan parejo que nos va dejando la soja tenemos que agradecerle además de otras tantas “bondades”, la de los cueros de Sumampa.
martes, 1 de febrero de 2011
- La Historia Olvidada: Motín de Arequito -
El Motín de Arequito (8 de enero de 1820), fue la sublevación de los oficiales del Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata, mediante la cual consiguieron apartarse de la guerra civil contra los federales. Su intención era retornar al frente contra los realistas del Alto Perú, objetivo que no pudo cumplirse. Significó el comienzo de la desintegración final del Directorio y fue una de las principales causas de su derrota en la Batalla de Cepeda. El motín puso fin al Ejército Auxiliar del Perú, conocido después como Ejército del Norte. Simultáneamente, en San Juan se sublevó el Regimiento N° 1 de Cazadores de los Andes.
Los sucesivos gobiernos argentinos surgidos desde la Revolución de Mayo pretendieron gobernar todas las provincias que habían compuesto el Virreinato del Río de la Plata esgrimiendo el argumento de que, al cesar el gobierno del rey de España, los derechos de éste retrovertían al pueblo. Pero a partir de la disolución de la Junta Grande, quedó claro que la pretensión de Buenos Aires era dominar al país, consultando lo menos posible a los demás pueblos (en la terminología de la época, “pueblos” se refiere a las ciudades, origen de la conformación política en la América española).
El federalismo en el Río de la Plata
Las ciudades subalternas, en nombre de sus territorios, reclamaron insistentemente tener igual participación en el gobierno nacional y nombrar sus propios gobernantes. Durante años, los distintos gobiernos surgidos en Buenos Aires se esforzaron en sentido contrario: todos los gobernadores eran nombrados directamente por el gobierno central, y la representación de la ciudad de Buenos Aires siempre fue mayor que la de las demás en los cuerpos colegiados que se formaron. Por otro lado, varios de los gobiernos centrales cayeron por golpes de estado organizados en Buenos Aires exclusivamente, y el gobierno nacional que siguió a cada uno fue, invariablemente, nombrado por el cabildo porteño.
La reacción de las provincias interiores fue lenta, pero inevitable. La primera respuesta efectiva a la pretensión porteña de gobernarse por sí misma provino de la Banda Oriental, donde el caudillo José Artigas negó a la capital el derecho de gobernar a su provincia. En 1815, después de más de un año de guerra civil, logró dominar por completo la Provincia Oriental.
Su ejemplo fue seguido por las provincias litorales, comenzando por Entre Ríos, donde varios caudillos expulsaron a los gobernadores nombrados por el Directorio; el último, el más poderoso y más capaz de estos caudillos fue Francisco Ramírez. Con cierto retraso, también Corrientes se separó de la obediencia al poder central.
El núcleo del problema se hallaba en Santa Fe, que se levantó contra la dominación porteña en 1815 y otra vez en 1816, bajo el mando de Mariano Vera, que sería luego sucedido por Estanislao López. El gobierno central se negó sistemáticamente a permitir que esa provincia se separara de su obediencia, ya que su territorio era paso obligado para las comunicaciones con las provincias del Interior. No menos de cinco expediciones militares fueron lanzadas desde Buenos Aires para aplastar la resistencia santafesina, pero fracasaron sin excepción.
No sólo las provincias litorales se separaron de la obediencia al Directorio: Salta se dio un gobierno autónomo bajo el mando de Güemes, Cuyo se negó a que su gobernador San Martín fuera reemplazado, y Córdoba se dio su propio gobierno en la persona de José Javier Díaz, partidario de Artigas. Pero, por distintas razones, las relaciones con el gobierno porteño nunca fueron tan tirantes como las que tenían las provincias del Litoral.
El Directorio nunca pensó que podía aceptar otra forma de relación con las demás provincias que la sumisión completa a sus dictados. La idea del federalismo fue repetidamente enunciada por los líderes artiguistas, sin que jamás lograran siquiera hacer dudar a los gobernantes porteños de que sus enemigos internos eran, simplemente, "anarquistas" adjetivación dada entonces con la connotación de "desgobierno" o "desorden".
El Ejército del Norte y la guerra civil
El Ejército del Norte había sido formado para llevar adelante la guerra de independencia en el Alto Perú; pero, tras el tercer fracaso en Sipe Sipe, quedó debilitado y de simple guarnición en Tucumán. En teoría, su misión era esperar hasta que las condiciones permitieran reiniciar la reconquista de las provincias altoperuanas.
Pero el Directorio decidió usarlo para aplastar las rebeliones internas: en 1816, una fracción del Ejército fue utilizada para reponer al teniente gobernador de La Rioja, y a principios del año siguiente, al de Santiago del Estero (el líder federal de ésta, Juan Francisco Borges, fue fusilado). Poco después, otra división del Ejército del Norte ayudó a deponer al gobernador cordobés y a sostener en el mando a sus sucesores.
En 1818, el director supremo Pueyrredón decidió aplastar a Santa Fe con un doble ataque: mientras un ejército lo atacaba por el sur, desde el oeste avanzaría una división del Ejército del Norte. La iniciativa fracasó ante la rápida defensa de Estanislao López, que consiguió detener al jefe de la división llegada desde Córdoba, Juan Bautista Bustos, para después expulsar a los invasores del sur. Un segundo intento con características similares fue igualmente anulado a principios de 1819.
El grueso del Ejército del Norte fue establecido en Córdoba, para fastidio de muchos de sus miembros, muy lejos del enemigo realista. En abril, una paz firmada entre el gobierno de Buenos Aires y el de Santa Fe dio esperanzas de solución a los problemas internos, y los oficiales creyeron que volverían al frente norte.
La paz convenció a sus firmantes, pero ni Artigas (que se consideraba el superior de López) ni el Directorio quedaron conformes. El jefe oriental pretendía que el gobierno nacional se uniera a su guerra contra los portugueses, que habían invadido su provincia. Y el nuevo director supremo, José Rondeau, esperaba poder aplastar a Santa Fe con ayuda de los mismos portugueses. Llamó en su ayuda al Ejército de los Andes, pero San Martín se negó a obedecer. También ordenó al comandante del Ejército del Norte, Manuel Belgrano, y éste inició su marcha hacia el sur; enfermo, poco después dejaba el mando en su segundo, Francisco Fernández de la Cruz, quien nombró jefe de estado mayor a Bustos.
Por orden de Artigas, Francisco Ramírez cruzó el río Paraná e invadió el norte de la Provincia de Buenos Aires, retirándose a continuación. Rondeau organizó su ejército en la capital y marchó a su encuentro, mientras ordenaba a Fernández de la Cruz unírsele en las cercanías de Pergamino (Buenos Aires). El 12 de diciembre de 1819 el Ejército del Norte abandonó su campamento en Pilar (Córdoba) y avanzó hacia la Provincia de Santa Fe. En la ciudad de Córdoba quedó una guarnición de 80 soldados del Regimiento de Granaderos de Infantería al mando del mayor Francisco Sayós. Esta fuerza se unió al partido artiguista cordobés y algunas montoneras atacaron el Fuerte del El Tío y a la pequeña fuerza de milicianos comandada por el coronel Arenales, comandante general de armas de Córdoba, en la Villa del Rosario (entonces llamada Ranchos), cuando el ejército había andado pocas leguas de Pilar. Desde Tucumán el comandante Felipe Heredia marchó con un destacamento de caballería para apoyar el movimiento federal. José María Paz fue enviado desde Fraile Muerto (Bell Ville) con un escuadrón a auxiliar a Arenales, pero al retirarse los montoneros, Paz retornó desde Calchines y alcanzó al resto del ejército el 7 de enero de 1820, poco antes de que acampara en Arequito, posta cercana al río Carcarañá. Durante el trayecto la fuerza sufrió la deserción de 11 soldados, por lo que Paz debió realizar marcha forzada y exhautiva vigilancia para impedir el desbande de la mayoría de los soldados que eran santiagueños. El capitán Juan Gualberto Echevarría puso a Paz al corriente del motín que se planeaba para esa noche. Paz reportó la deserción de sus hombres a Fernández de la Cruz, quien lo recriminó, por lo que se dirigió ofuscado a conferenciar con Bustos decidido a participar del motín. Paz asegura en sus Memorias Póstumas que:
Puedo asegurar con la más perfecta certeza, que no había la menor inteligencia, ni con los jefes federales, ni con la montonera santafesina; que tampoco entró ni por un momento en los cálculos de los revolucionarios, unirse á ellos ni hacer guerra ofensiva al Gobierno, ni á las tropas que podian sostenerlo; tan solo se proponían separarse de la cuestión civil y regresar á nuestras fronteras amenazadas por los enemigos de la independencia; al menos este fué el sentimiento general más ó menos modificado, de los revolucionarios de Arequito: si sus votos se vieron después frustrados, fué efecto de las circunstancias, y más que todo, de Bustos, que solo tenía en vista el gobierno de Córdoba, del que se apoderó para estacionarse definitivamente.
El 6 de enero una partida de 10 ó 15 hombres al mando del sargento Torres del Regimiento de Dragones fue acuchillada por una montonera santafesina, luego de que la noche anterior hubieran logrado un pequeño éxito.
El motín
La noche después de la llegada del ejército a la posta de Arequito, el coronel mayor Bustos, jefe interino del estado mayor general, apoyado por los coroneles Alejandro Heredia y José María Paz, dirigió la sublevación general de los cuerpos militares. Esa noche, el 8 de enero, Bustos dispuso que el servicio de vigilancia estuviera a cargo del 1° Escuadrón del Regimiento de Húsares de Tucumán, al mando del capitán Mariano Mendieta, que le era adicto.
En medio de la noche, los oficiales del Regimiento de Dragones de la Nación comandados por el mayor Giménez, arrestaron a su jefe el coronel Cornelio Zelaya e iniciaron la sublevación, entregándo la custodia del prisionero al teniente Hilario Basavilbaso del mismo regimiento. Al mismo tiempo era arrestado por el capitán Anselmo Acosta el coronel chileno Manuel Guillermo Pinto, jefe del Batallón N° 10 de Infantería. Parte del Regimiento N° 2 y el 1° Escuadrón del Regimiento de Húsares comandado por Paz, también tomaron las armas, siendo arrestado el coronel graduado Bruno Morón, jefe del N° 2, luego de que intentara ponerse al frente de sus tropas. El mayor Castro asumió la jefatura de la fracción sublevada del regimiento.
Los sublevados se trasladaron a corta distancia del campamento de Fernández de la Cruz (a 1.000 varas, u 8 cuadras) y formaron en posición de combate en espera del amanecer. Bustos se dirigió a la tienda de campaña de Fernández de la Cruz y lo despertó diciéndole Compañero, levántese que en el ejército hay gran movimiento, y luego se dirigió a incorporarse al grupo sublevado. Fernández de la Cruz reunió a los coroneles José León Domínguez, Gregorio Aráoz de Lamadrid, Blas José Pico, Benito Martínez y Manuel Ramírez, y al amanecer envió un ayudante hacia los sublevados a preguntarles Cuál era el significado de aquél movimiento y de orden de quién lo habían ejecutado, ordenándoles retornar a sus puestos. Esto lo hizo por consejo de los coroneles, quienes a excepción de Aráoz de Lamadrid se pronunciaron por no realizar acción alguna.
Le jefes sublevados respondieron que aquellos cuerpos no seguirían haciendo la guerra civil y que se separaban del ejército para regresar al frente norte. Explícitamente se declararon neutrales en el enfrentamiento entre los federales y el Directorio, para no ser acusados de haberse pasado al enemigo. Bustos tenía en ese momento 1.600 hombres, y Fernández de la Cruz, algo menos de 1.400. Con Fernández de la Cruz quedaron parte del Regimiento N° 2 de Infantería, los regimientos de infantería N° 3 y 9, comandados por Pico y por Dominguez, el 2° Escuadrón del Regimiento de Húsares de Tucumán (160 hombres) al mando de Aráoz de Lamadrid, y la artillería del Regimiento de Artillería de la Patria al mando de Ramírez.
Durante la mañana ambas fracciones realizaron negociaciones, Fernández de la Cruz pidió que se le devolviese las caballadas y boyadas de pastoreo que correspondían a la comisaría, el parque y a los cuerpos que lo obedecían, todas las cuales estaban en poder de la caballería sublevada. Bustos aceptó a condición de que se le entregara la mitad del armamento y municiones del parque y reses de consumo, lo que Fernández de la Cruz pareció aceptar en un principio y ambas fracciones se alejaron una legua. Una vez que las boyadas y caballadas pedidas fueron entregadas al general Fernández de la Cruz y los jefes arrestados fueron liberados y reunidos con éste, al mediodía inició su marcha hacia el sur, sin haber entregado la parte del parque y la comisaría prometidas.
Bustos ordenó a Heredia perseguir con toda la caballería a su ex jefe, y lo alcanzó cuando estaba ya rodeado por los federales de López a dos leguas de camino. Fernández de la Cruz envió al coronel Benito Martínez a preguntar porqué eran perseguidos, a lo que Heredia respondió que: iba á exijir la parte del convoy que se había prometido, y sin la que no volvería, retornando Martínez a su fracción. Las montoneras santafesinas atacaron a las avanzadas y la mayor parte del piquete de infantería montada desertó de sus filas y se unió a Heredia. Martínez regresó con la contestación de Fernández de la Cruz, diciendo que el general Cruz se resignaba á todo, y que iba á contramarchar para volverse al campo, de donde acababa de salir. Ambas columnas retornaron al punto de partida y ocuparon de nuevo sus posiciones, pero durante la noche el resto del Regimiento N° 2 y parte del Batallón N° 10 y de los regimientos N° 3 y 9, junto con parte de los artilleros, abandonaron el campo y se unieron a los sublevados. Durante la madrugada entre 300 y 400 montoneros atacaron el campo de Fernández de la Cruz, por lo que al amanecer Heredia envió al teniente Basavilbaso a amenazarlos con cargarlos si no cesaban sus ataques, expresándoles que si continuaban, los cargaría; que en cuanto á lo demás, el ejército se abstendría de toda hostilidad, y que en prueba de ello, se habla hecho el movimiento y separación de que eran testigos, y que hasta entonces no se habían podido ellos mismos explicar.
Ante la explicación de Heredia, los montoneros santafesinos se retiraron a una legua y Fernández de la Cruz decidió entregar todo el ejército a Bustos. Inmediatamente después, toda la fuerza se reunió con Bustos, quien designó a Heredia como jefe del estado mayor general. Fernández de la Cruz y los jefes que lo acompañaban fueron puesto bajo una guardia que les garantizaba no ser apresados por las montoneras que los requerían. Antes de llegar a Córdoba fueron dejados en libertad de ir a donde quisiesen, por lo que la mayoría se dirigió a Tucumán, pero Fernández de la Cruz prefirió quedarse en Córdoba, hasta ser expulsado hacia Mendoza poco después junto con el ex gobernador Castro.
Al día siguiente, Bustos inició el regreso a Córdoba, y el 12 de enero estaba en la posta de San José de la Esquina, en el límite con Córdoba. Desde allí escribió a López y a Rondeau, explicándoles las causas de lo ocurrido, y sus planes de regresar al norte. En una de esas cartas aclaraba que:
... las armas de la Patria, distraídas del todo de su objeto principal, ya no se empleaban sino en derramar sangre de sus conciudadanos, de los mismos cuyo sudor y trabajo les aseguraba la subsistencia.
Después de Arequito
En la Herradura, sobre el río Tercero, Bustos fue alcanzado por el secretario de López, Cosme Maciel, y por el general chileno José Miguel Carrera, quienes llevaban la misión de ponerlo del lado de los federales, pero regresaron sin lograr convencerlo. Bustos llevó su ejército a Córdoba, donde a fines de nero fue recibido casi en triunfo. Poco antes había renunciado el gobernador Manuel Antonio Castro y había sido electo gobernador interino José Javier Díaz, el jefe de los federales. Una asamblea declaró que:
"... como provincia soberana y libre (Córdoba) no conoce la dependencia ni debe subordinación a otra; que mira como uno de sus principales deberes la fraternidad y unión con todas y las más estrechas relaciones de amistad con ellas, entre tanto todas reunidas en Congreso General se ajustan los tratados de una verdadera federación en paz y en guerra, a que aspira la conformidad de los demás. Que concurrirá con todos sus esfuerzos y cuanto penda de sus recursos a la guerra del enemigo de la libertad común, aún cuando no se haya organizado la federación de las provincias ..."
Esto es, los mismos sentimientos que sostenían Bustos y los demás participantes en el motín de Arequito.
Por su parte, Rondeau enfrentó a Ramírez y a López con sus solas fuerzas en la cañada de Cepeda y fue completamente derrotado. Apenas una semana más tarde, renunciaba y se disolvía el Congreso que había sido “de Tucumán”. No hubo un nuevo director supremo: por presión de López y Ramírez, Buenos Aires se nombró un gobernador y firmó el Tratado del Pilar con los federales. Casi simultáneamente Felipe Ibarra se apoderaba del mando en Santiago del Estero.
Estando en Córdoba, Bustos se enteró del fin del Directorio, y se abocó a la tarea de reorganizar el país, posponiendo el regreso del Ejército al Norte. Para eso debía organizar primero la provincia en la que estaba, que también era la suya. Por otro lado, el gobernador interino Díaz anunció que pensaba asociarse a los caudillos del Litoral en su lucha contra Buenos Aires; esto es, firmar algún tratado de alianza con Artigas, Ramírez o López.
Ese no era el objetivo de Bustos, por lo que se opuso activamente a la política de Díaz. En busca de aliados para esa oposición, se acercó a los federales de Juan Pablo Bulnes, que estaban alejados del grupo de Díaz, y varios personajes locales que habían rodeado al gobernador Castro. Con el apoyo de éstos, fue electo gobernador titular el 19 de marzo.
A continuación, Bustos se dedicó a gobernar la provincia y a mediar entre López y el gobierno de Buenos Aires, que habían vuelto a enfrentarse. Envió al coronel Heredia con una parte del Ejército hacia las provincias del norte, como avanzada de la prometida marcha del grueso del mismo hacia el frente de guerra. Pero ni Heredia llegó a luchar contra los realistas (su fuerza fue usada por Güemes para la guerra civil contra el gobernador de Tucumán – y fue derrotada), ni Bustos llegaría a enviar o dirigir el resto del ejército en esa dirección.
Las fuerzas que quedaron a Bustos fueron utilizadas para la defensa contra los indígenas de la Pampa y del Chaco, y al año siguiente para repeler el ataque combinado de Francisco Ramírez y José Miguel Carrera, que devastaron la provincia.
Valoración del hecho histórico
El motín de Arequito gozó por mucho tiempo de muy mala fama. Los cronistas que escribieron sobre él, especialmente Lamadrid y Paz, lo tacharon de traición a la patria o de oscuro golpe destinado a colocar a Bustos en el gobierno cordobés, y nada más. Los historiadores de la segunda mitad del siglo XIX, comenzando por Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López lo acusaron sin más de ambas cosas. Nadie se atrevió a defender a Bustos y a sus seguidores, y la derrota del Partido Federal en las guerras civiles llevó al triunfo a sus enemigos, con lo que este punto de vista fue el único que sobrevivió. La escuela historiográfica tradicional, formada por sucesores de Mitre, repitió el mismo punto de vista sin dudarlo.
Muchos años más tarde, la escuela del “revisionismo histórico argentino” comenzó a ver el motín de Arequito con otros ojos. Además, los historiadores cordobeses valoraron a sus primeros gobernadores autónomos, que habían apoyado o participado del mismo. A mediados del siglo XX, con el revisionismo histórico firmemente afianzado, y con el apogeo de la sobrevaloración histórica de San Martín (que también se había negado a participar en esa guerra civil), el Motín de Arequito fue visto como un paso importante en la formación de la Argentina.
En efecto: la sublevación del Ejército del Norte permitió a las provincias imponerse por primera vez al gobierno centralista de Buenos Aires, hizo desaparecer la constitución unitaria y casi monárquica de 1819, permitió la aparición del gobierno autónomo de la Provincia de Buenos Aires, igualó los derechos de todos los pueblos y abrió el camino para un entendimiento igualitario entre todas las provincias (camino que se revelaría como muy difícil, como que todavía habría otros 50 años de guerra civil en la Argentina).
El motín fue un acto de desobediencia castrense, pero desde el punto de sus causas y de sus resultados políticos, fue un paso positivo hacia la democracia igualitaria.
Fuente: Wikipedia
![]() |
Juan Bautista Bustos |
Los sucesivos gobiernos argentinos surgidos desde la Revolución de Mayo pretendieron gobernar todas las provincias que habían compuesto el Virreinato del Río de la Plata esgrimiendo el argumento de que, al cesar el gobierno del rey de España, los derechos de éste retrovertían al pueblo. Pero a partir de la disolución de la Junta Grande, quedó claro que la pretensión de Buenos Aires era dominar al país, consultando lo menos posible a los demás pueblos (en la terminología de la época, “pueblos” se refiere a las ciudades, origen de la conformación política en la América española).
El federalismo en el Río de la Plata
Las ciudades subalternas, en nombre de sus territorios, reclamaron insistentemente tener igual participación en el gobierno nacional y nombrar sus propios gobernantes. Durante años, los distintos gobiernos surgidos en Buenos Aires se esforzaron en sentido contrario: todos los gobernadores eran nombrados directamente por el gobierno central, y la representación de la ciudad de Buenos Aires siempre fue mayor que la de las demás en los cuerpos colegiados que se formaron. Por otro lado, varios de los gobiernos centrales cayeron por golpes de estado organizados en Buenos Aires exclusivamente, y el gobierno nacional que siguió a cada uno fue, invariablemente, nombrado por el cabildo porteño.
La reacción de las provincias interiores fue lenta, pero inevitable. La primera respuesta efectiva a la pretensión porteña de gobernarse por sí misma provino de la Banda Oriental, donde el caudillo José Artigas negó a la capital el derecho de gobernar a su provincia. En 1815, después de más de un año de guerra civil, logró dominar por completo la Provincia Oriental.
Su ejemplo fue seguido por las provincias litorales, comenzando por Entre Ríos, donde varios caudillos expulsaron a los gobernadores nombrados por el Directorio; el último, el más poderoso y más capaz de estos caudillos fue Francisco Ramírez. Con cierto retraso, también Corrientes se separó de la obediencia al poder central.
El núcleo del problema se hallaba en Santa Fe, que se levantó contra la dominación porteña en 1815 y otra vez en 1816, bajo el mando de Mariano Vera, que sería luego sucedido por Estanislao López. El gobierno central se negó sistemáticamente a permitir que esa provincia se separara de su obediencia, ya que su territorio era paso obligado para las comunicaciones con las provincias del Interior. No menos de cinco expediciones militares fueron lanzadas desde Buenos Aires para aplastar la resistencia santafesina, pero fracasaron sin excepción.
No sólo las provincias litorales se separaron de la obediencia al Directorio: Salta se dio un gobierno autónomo bajo el mando de Güemes, Cuyo se negó a que su gobernador San Martín fuera reemplazado, y Córdoba se dio su propio gobierno en la persona de José Javier Díaz, partidario de Artigas. Pero, por distintas razones, las relaciones con el gobierno porteño nunca fueron tan tirantes como las que tenían las provincias del Litoral.
El Directorio nunca pensó que podía aceptar otra forma de relación con las demás provincias que la sumisión completa a sus dictados. La idea del federalismo fue repetidamente enunciada por los líderes artiguistas, sin que jamás lograran siquiera hacer dudar a los gobernantes porteños de que sus enemigos internos eran, simplemente, "anarquistas" adjetivación dada entonces con la connotación de "desgobierno" o "desorden".
El Ejército del Norte y la guerra civil
El Ejército del Norte había sido formado para llevar adelante la guerra de independencia en el Alto Perú; pero, tras el tercer fracaso en Sipe Sipe, quedó debilitado y de simple guarnición en Tucumán. En teoría, su misión era esperar hasta que las condiciones permitieran reiniciar la reconquista de las provincias altoperuanas.
Pero el Directorio decidió usarlo para aplastar las rebeliones internas: en 1816, una fracción del Ejército fue utilizada para reponer al teniente gobernador de La Rioja, y a principios del año siguiente, al de Santiago del Estero (el líder federal de ésta, Juan Francisco Borges, fue fusilado). Poco después, otra división del Ejército del Norte ayudó a deponer al gobernador cordobés y a sostener en el mando a sus sucesores.
En 1818, el director supremo Pueyrredón decidió aplastar a Santa Fe con un doble ataque: mientras un ejército lo atacaba por el sur, desde el oeste avanzaría una división del Ejército del Norte. La iniciativa fracasó ante la rápida defensa de Estanislao López, que consiguió detener al jefe de la división llegada desde Córdoba, Juan Bautista Bustos, para después expulsar a los invasores del sur. Un segundo intento con características similares fue igualmente anulado a principios de 1819.
El grueso del Ejército del Norte fue establecido en Córdoba, para fastidio de muchos de sus miembros, muy lejos del enemigo realista. En abril, una paz firmada entre el gobierno de Buenos Aires y el de Santa Fe dio esperanzas de solución a los problemas internos, y los oficiales creyeron que volverían al frente norte.
La paz convenció a sus firmantes, pero ni Artigas (que se consideraba el superior de López) ni el Directorio quedaron conformes. El jefe oriental pretendía que el gobierno nacional se uniera a su guerra contra los portugueses, que habían invadido su provincia. Y el nuevo director supremo, José Rondeau, esperaba poder aplastar a Santa Fe con ayuda de los mismos portugueses. Llamó en su ayuda al Ejército de los Andes, pero San Martín se negó a obedecer. También ordenó al comandante del Ejército del Norte, Manuel Belgrano, y éste inició su marcha hacia el sur; enfermo, poco después dejaba el mando en su segundo, Francisco Fernández de la Cruz, quien nombró jefe de estado mayor a Bustos.
Por orden de Artigas, Francisco Ramírez cruzó el río Paraná e invadió el norte de la Provincia de Buenos Aires, retirándose a continuación. Rondeau organizó su ejército en la capital y marchó a su encuentro, mientras ordenaba a Fernández de la Cruz unírsele en las cercanías de Pergamino (Buenos Aires). El 12 de diciembre de 1819 el Ejército del Norte abandonó su campamento en Pilar (Córdoba) y avanzó hacia la Provincia de Santa Fe. En la ciudad de Córdoba quedó una guarnición de 80 soldados del Regimiento de Granaderos de Infantería al mando del mayor Francisco Sayós. Esta fuerza se unió al partido artiguista cordobés y algunas montoneras atacaron el Fuerte del El Tío y a la pequeña fuerza de milicianos comandada por el coronel Arenales, comandante general de armas de Córdoba, en la Villa del Rosario (entonces llamada Ranchos), cuando el ejército había andado pocas leguas de Pilar. Desde Tucumán el comandante Felipe Heredia marchó con un destacamento de caballería para apoyar el movimiento federal. José María Paz fue enviado desde Fraile Muerto (Bell Ville) con un escuadrón a auxiliar a Arenales, pero al retirarse los montoneros, Paz retornó desde Calchines y alcanzó al resto del ejército el 7 de enero de 1820, poco antes de que acampara en Arequito, posta cercana al río Carcarañá. Durante el trayecto la fuerza sufrió la deserción de 11 soldados, por lo que Paz debió realizar marcha forzada y exhautiva vigilancia para impedir el desbande de la mayoría de los soldados que eran santiagueños. El capitán Juan Gualberto Echevarría puso a Paz al corriente del motín que se planeaba para esa noche. Paz reportó la deserción de sus hombres a Fernández de la Cruz, quien lo recriminó, por lo que se dirigió ofuscado a conferenciar con Bustos decidido a participar del motín. Paz asegura en sus Memorias Póstumas que:
Puedo asegurar con la más perfecta certeza, que no había la menor inteligencia, ni con los jefes federales, ni con la montonera santafesina; que tampoco entró ni por un momento en los cálculos de los revolucionarios, unirse á ellos ni hacer guerra ofensiva al Gobierno, ni á las tropas que podian sostenerlo; tan solo se proponían separarse de la cuestión civil y regresar á nuestras fronteras amenazadas por los enemigos de la independencia; al menos este fué el sentimiento general más ó menos modificado, de los revolucionarios de Arequito: si sus votos se vieron después frustrados, fué efecto de las circunstancias, y más que todo, de Bustos, que solo tenía en vista el gobierno de Córdoba, del que se apoderó para estacionarse definitivamente.
El 6 de enero una partida de 10 ó 15 hombres al mando del sargento Torres del Regimiento de Dragones fue acuchillada por una montonera santafesina, luego de que la noche anterior hubieran logrado un pequeño éxito.
El motín
La noche después de la llegada del ejército a la posta de Arequito, el coronel mayor Bustos, jefe interino del estado mayor general, apoyado por los coroneles Alejandro Heredia y José María Paz, dirigió la sublevación general de los cuerpos militares. Esa noche, el 8 de enero, Bustos dispuso que el servicio de vigilancia estuviera a cargo del 1° Escuadrón del Regimiento de Húsares de Tucumán, al mando del capitán Mariano Mendieta, que le era adicto.
En medio de la noche, los oficiales del Regimiento de Dragones de la Nación comandados por el mayor Giménez, arrestaron a su jefe el coronel Cornelio Zelaya e iniciaron la sublevación, entregándo la custodia del prisionero al teniente Hilario Basavilbaso del mismo regimiento. Al mismo tiempo era arrestado por el capitán Anselmo Acosta el coronel chileno Manuel Guillermo Pinto, jefe del Batallón N° 10 de Infantería. Parte del Regimiento N° 2 y el 1° Escuadrón del Regimiento de Húsares comandado por Paz, también tomaron las armas, siendo arrestado el coronel graduado Bruno Morón, jefe del N° 2, luego de que intentara ponerse al frente de sus tropas. El mayor Castro asumió la jefatura de la fracción sublevada del regimiento.
Los sublevados se trasladaron a corta distancia del campamento de Fernández de la Cruz (a 1.000 varas, u 8 cuadras) y formaron en posición de combate en espera del amanecer. Bustos se dirigió a la tienda de campaña de Fernández de la Cruz y lo despertó diciéndole Compañero, levántese que en el ejército hay gran movimiento, y luego se dirigió a incorporarse al grupo sublevado. Fernández de la Cruz reunió a los coroneles José León Domínguez, Gregorio Aráoz de Lamadrid, Blas José Pico, Benito Martínez y Manuel Ramírez, y al amanecer envió un ayudante hacia los sublevados a preguntarles Cuál era el significado de aquél movimiento y de orden de quién lo habían ejecutado, ordenándoles retornar a sus puestos. Esto lo hizo por consejo de los coroneles, quienes a excepción de Aráoz de Lamadrid se pronunciaron por no realizar acción alguna.
Le jefes sublevados respondieron que aquellos cuerpos no seguirían haciendo la guerra civil y que se separaban del ejército para regresar al frente norte. Explícitamente se declararon neutrales en el enfrentamiento entre los federales y el Directorio, para no ser acusados de haberse pasado al enemigo. Bustos tenía en ese momento 1.600 hombres, y Fernández de la Cruz, algo menos de 1.400. Con Fernández de la Cruz quedaron parte del Regimiento N° 2 de Infantería, los regimientos de infantería N° 3 y 9, comandados por Pico y por Dominguez, el 2° Escuadrón del Regimiento de Húsares de Tucumán (160 hombres) al mando de Aráoz de Lamadrid, y la artillería del Regimiento de Artillería de la Patria al mando de Ramírez.
Durante la mañana ambas fracciones realizaron negociaciones, Fernández de la Cruz pidió que se le devolviese las caballadas y boyadas de pastoreo que correspondían a la comisaría, el parque y a los cuerpos que lo obedecían, todas las cuales estaban en poder de la caballería sublevada. Bustos aceptó a condición de que se le entregara la mitad del armamento y municiones del parque y reses de consumo, lo que Fernández de la Cruz pareció aceptar en un principio y ambas fracciones se alejaron una legua. Una vez que las boyadas y caballadas pedidas fueron entregadas al general Fernández de la Cruz y los jefes arrestados fueron liberados y reunidos con éste, al mediodía inició su marcha hacia el sur, sin haber entregado la parte del parque y la comisaría prometidas.
Bustos ordenó a Heredia perseguir con toda la caballería a su ex jefe, y lo alcanzó cuando estaba ya rodeado por los federales de López a dos leguas de camino. Fernández de la Cruz envió al coronel Benito Martínez a preguntar porqué eran perseguidos, a lo que Heredia respondió que: iba á exijir la parte del convoy que se había prometido, y sin la que no volvería, retornando Martínez a su fracción. Las montoneras santafesinas atacaron a las avanzadas y la mayor parte del piquete de infantería montada desertó de sus filas y se unió a Heredia. Martínez regresó con la contestación de Fernández de la Cruz, diciendo que el general Cruz se resignaba á todo, y que iba á contramarchar para volverse al campo, de donde acababa de salir. Ambas columnas retornaron al punto de partida y ocuparon de nuevo sus posiciones, pero durante la noche el resto del Regimiento N° 2 y parte del Batallón N° 10 y de los regimientos N° 3 y 9, junto con parte de los artilleros, abandonaron el campo y se unieron a los sublevados. Durante la madrugada entre 300 y 400 montoneros atacaron el campo de Fernández de la Cruz, por lo que al amanecer Heredia envió al teniente Basavilbaso a amenazarlos con cargarlos si no cesaban sus ataques, expresándoles que si continuaban, los cargaría; que en cuanto á lo demás, el ejército se abstendría de toda hostilidad, y que en prueba de ello, se habla hecho el movimiento y separación de que eran testigos, y que hasta entonces no se habían podido ellos mismos explicar.
Ante la explicación de Heredia, los montoneros santafesinos se retiraron a una legua y Fernández de la Cruz decidió entregar todo el ejército a Bustos. Inmediatamente después, toda la fuerza se reunió con Bustos, quien designó a Heredia como jefe del estado mayor general. Fernández de la Cruz y los jefes que lo acompañaban fueron puesto bajo una guardia que les garantizaba no ser apresados por las montoneras que los requerían. Antes de llegar a Córdoba fueron dejados en libertad de ir a donde quisiesen, por lo que la mayoría se dirigió a Tucumán, pero Fernández de la Cruz prefirió quedarse en Córdoba, hasta ser expulsado hacia Mendoza poco después junto con el ex gobernador Castro.
Al día siguiente, Bustos inició el regreso a Córdoba, y el 12 de enero estaba en la posta de San José de la Esquina, en el límite con Córdoba. Desde allí escribió a López y a Rondeau, explicándoles las causas de lo ocurrido, y sus planes de regresar al norte. En una de esas cartas aclaraba que:
... las armas de la Patria, distraídas del todo de su objeto principal, ya no se empleaban sino en derramar sangre de sus conciudadanos, de los mismos cuyo sudor y trabajo les aseguraba la subsistencia.
Después de Arequito
En la Herradura, sobre el río Tercero, Bustos fue alcanzado por el secretario de López, Cosme Maciel, y por el general chileno José Miguel Carrera, quienes llevaban la misión de ponerlo del lado de los federales, pero regresaron sin lograr convencerlo. Bustos llevó su ejército a Córdoba, donde a fines de nero fue recibido casi en triunfo. Poco antes había renunciado el gobernador Manuel Antonio Castro y había sido electo gobernador interino José Javier Díaz, el jefe de los federales. Una asamblea declaró que:
"... como provincia soberana y libre (Córdoba) no conoce la dependencia ni debe subordinación a otra; que mira como uno de sus principales deberes la fraternidad y unión con todas y las más estrechas relaciones de amistad con ellas, entre tanto todas reunidas en Congreso General se ajustan los tratados de una verdadera federación en paz y en guerra, a que aspira la conformidad de los demás. Que concurrirá con todos sus esfuerzos y cuanto penda de sus recursos a la guerra del enemigo de la libertad común, aún cuando no se haya organizado la federación de las provincias ..."
Esto es, los mismos sentimientos que sostenían Bustos y los demás participantes en el motín de Arequito.
Por su parte, Rondeau enfrentó a Ramírez y a López con sus solas fuerzas en la cañada de Cepeda y fue completamente derrotado. Apenas una semana más tarde, renunciaba y se disolvía el Congreso que había sido “de Tucumán”. No hubo un nuevo director supremo: por presión de López y Ramírez, Buenos Aires se nombró un gobernador y firmó el Tratado del Pilar con los federales. Casi simultáneamente Felipe Ibarra se apoderaba del mando en Santiago del Estero.
Estando en Córdoba, Bustos se enteró del fin del Directorio, y se abocó a la tarea de reorganizar el país, posponiendo el regreso del Ejército al Norte. Para eso debía organizar primero la provincia en la que estaba, que también era la suya. Por otro lado, el gobernador interino Díaz anunció que pensaba asociarse a los caudillos del Litoral en su lucha contra Buenos Aires; esto es, firmar algún tratado de alianza con Artigas, Ramírez o López.
Ese no era el objetivo de Bustos, por lo que se opuso activamente a la política de Díaz. En busca de aliados para esa oposición, se acercó a los federales de Juan Pablo Bulnes, que estaban alejados del grupo de Díaz, y varios personajes locales que habían rodeado al gobernador Castro. Con el apoyo de éstos, fue electo gobernador titular el 19 de marzo.
A continuación, Bustos se dedicó a gobernar la provincia y a mediar entre López y el gobierno de Buenos Aires, que habían vuelto a enfrentarse. Envió al coronel Heredia con una parte del Ejército hacia las provincias del norte, como avanzada de la prometida marcha del grueso del mismo hacia el frente de guerra. Pero ni Heredia llegó a luchar contra los realistas (su fuerza fue usada por Güemes para la guerra civil contra el gobernador de Tucumán – y fue derrotada), ni Bustos llegaría a enviar o dirigir el resto del ejército en esa dirección.
Las fuerzas que quedaron a Bustos fueron utilizadas para la defensa contra los indígenas de la Pampa y del Chaco, y al año siguiente para repeler el ataque combinado de Francisco Ramírez y José Miguel Carrera, que devastaron la provincia.
Valoración del hecho histórico
El motín de Arequito gozó por mucho tiempo de muy mala fama. Los cronistas que escribieron sobre él, especialmente Lamadrid y Paz, lo tacharon de traición a la patria o de oscuro golpe destinado a colocar a Bustos en el gobierno cordobés, y nada más. Los historiadores de la segunda mitad del siglo XIX, comenzando por Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López lo acusaron sin más de ambas cosas. Nadie se atrevió a defender a Bustos y a sus seguidores, y la derrota del Partido Federal en las guerras civiles llevó al triunfo a sus enemigos, con lo que este punto de vista fue el único que sobrevivió. La escuela historiográfica tradicional, formada por sucesores de Mitre, repitió el mismo punto de vista sin dudarlo.
Muchos años más tarde, la escuela del “revisionismo histórico argentino” comenzó a ver el motín de Arequito con otros ojos. Además, los historiadores cordobeses valoraron a sus primeros gobernadores autónomos, que habían apoyado o participado del mismo. A mediados del siglo XX, con el revisionismo histórico firmemente afianzado, y con el apogeo de la sobrevaloración histórica de San Martín (que también se había negado a participar en esa guerra civil), el Motín de Arequito fue visto como un paso importante en la formación de la Argentina.
En efecto: la sublevación del Ejército del Norte permitió a las provincias imponerse por primera vez al gobierno centralista de Buenos Aires, hizo desaparecer la constitución unitaria y casi monárquica de 1819, permitió la aparición del gobierno autónomo de la Provincia de Buenos Aires, igualó los derechos de todos los pueblos y abrió el camino para un entendimiento igualitario entre todas las provincias (camino que se revelaría como muy difícil, como que todavía habría otros 50 años de guerra civil en la Argentina).
El motín fue un acto de desobediencia castrense, pero desde el punto de sus causas y de sus resultados políticos, fue un paso positivo hacia la democracia igualitaria.
Fuente: Wikipedia
viernes, 28 de enero de 2011
Prensa cipaya: "Aquí, allá y en todas partes"
La nota está en La Capital del domingo 23 de enero de 2011 y tiene algunos párrafos más que interesantes cuando de “periodismo independiente” se trata. El texto mayor fue extraído de noticias Reuters. El que aparece debajo de la foto de Evo pertenece a DPA. Buscando info sobre esta agencia de noticias, encuentro lo siguiente:
DPA es conocida en todo el mundo como fuente de información independiente, fiable, actual y detallada – 24 horas todos los días del año.
“En momentos de crisis global es cuando más se valora la buena información y los análisis objetivos, pero sobre todo que sean oportunos y rápidos. Los periodistas que nos dedicamos a los temas internacionales sabemos que podemos confiar en DPA cuando los acontecimientos externos parecieran superarnos. Siempre recomiendo a mis reporteros que utilicen el material de la agencia como base para sus notas. Y nunca nos ha decepcionado." (Tamara Avetikian Bosaans, Editora de Informaciones Internacionales, El Mercurio, Chile)
"DPA tiene dos características principales: información precisa y buen tratamiento de los contenidos, especialmente en grandes eventos como los Mundiales." (Julio Marini, secretario de redacción, CLARIN Global S.A., Argentina)
"Excelente el servicio y la calidad de los reportajes, la verdad es que en Vanguardia utilizamos a DPA de manera continua, es la mejor inversión en costo beneficio." (Armando Castilla Galindo, Director Editorial, Diario Vanguardia, Saltillo)
Nótese que para corroborar el encabezado “fuente de información independiente, fiable, actual detallada”, recoge los testimonios de la Editora de Informaciones Internacionales de EL MERCURIO (Chile) y del Secretario de Redacción de CLARÍN Global S.A (Argentina).
Con estos datos que hacen al contexto de la información, surge lo siguiente:
1- El encabezado general pregona: Evo celebró sus 5 años en el poder con promesas de más "socialismo".
Visión derechosa que bien podria haberse ahorrado mostrar la hilacha de entrada y titular: "Evo Morales celebró sus 5 años al frente del gobierno boliviano haciéndo un llamamiento a profundizar el modelo."
1- El encabezado de la nota de DPA dice: “Crece el exilio de opositores al presidente boliviano.”
Aunque la nota luego informa de las acusaciones que pesan sobre los “opositores en el exilio” (delitos de sedición, terrorismo e intento golpista), el encabezado les otorga un tratamiento que los muestra más como disidentes.
2- Comienza la nota: “La salida forzosa en diciembre del suspendido gobernador del departamento de Tarija, Mario Cossío, para buscar refugio en Paraguay”.
Se utiliza “salida forzosa” y “buscar refugio” como una forma de victimizar a Cossío (investigado por corrupción y sometido a proceso judicial por la justicia boliviana) haciéndolo aparecer como un perseguido del “régimen” de Morales.
3- A continuación dice: “…que son procesados por presuntos nexos con grupos terroristas y por secesión, tras un supuesto intento de derrocar al gobierno de Morales en 2008”.
La utilización de adjetivación como “presuntos” y “supuestos” para minimizar y quitar peso a las acusaciones que pesan sobre los “refugiados”.
4- En la nota se utiliza: “opositores al presidente boliviano”, “gobierno de Morales”, “resistencia a Morales”, “mandato de Evo Morales”, “campesinos leales a Morales”, “políticos, empresarios y opositores de Morales”.
En ningún párrafo se menciona al “gobierno boliviano”. El artículo instala la idea de “opositores” a la figura del presidente Evo Morales y no al gobierno boliviano.
La nota más amplia -Reuters- tranquilamente podría haber sido escrita por alguno de los “opositores en el exilio”. Resalta lo que considera “los errores del régimen”, recurre a encuestas para mostrar la pérdida de credibilidad del presidente, y minimiza cada uno de los logros del gobierno, buscándoles una contrapartida negativa. Para rematarla y evidenciando al servicio de quienes trabaja la pluma, en uno de los párrafos dice:
“Antes del mensaje presidencial, coloridas delegaciones indígenas se apoderaron de la plaza principal de La Paz en un desfile y un festival con ofrendas a la Madre Tierra”.
"Se apoderaron". Más claro, echale agua. La nota -aunque en el titular informa sobre los festejos de un nuevo aniversario del gobierno de Morales- en su cuerpo evidencia su afinidad con los “opositores en el exilio". El aparato mediático internacional al servicio de quienes sufren las molestias de que los indígenas, además de “apoderarse” de la plaza principal, lo hayan hecho del gobierno boliviano.
DPA es conocida en todo el mundo como fuente de información independiente, fiable, actual y detallada – 24 horas todos los días del año.
“En momentos de crisis global es cuando más se valora la buena información y los análisis objetivos, pero sobre todo que sean oportunos y rápidos. Los periodistas que nos dedicamos a los temas internacionales sabemos que podemos confiar en DPA cuando los acontecimientos externos parecieran superarnos. Siempre recomiendo a mis reporteros que utilicen el material de la agencia como base para sus notas. Y nunca nos ha decepcionado." (Tamara Avetikian Bosaans, Editora de Informaciones Internacionales, El Mercurio, Chile)
"DPA tiene dos características principales: información precisa y buen tratamiento de los contenidos, especialmente en grandes eventos como los Mundiales." (Julio Marini, secretario de redacción, CLARIN Global S.A., Argentina)
"Excelente el servicio y la calidad de los reportajes, la verdad es que en Vanguardia utilizamos a DPA de manera continua, es la mejor inversión en costo beneficio." (Armando Castilla Galindo, Director Editorial, Diario Vanguardia, Saltillo)
Nótese que para corroborar el encabezado “fuente de información independiente, fiable, actual detallada”, recoge los testimonios de la Editora de Informaciones Internacionales de EL MERCURIO (Chile) y del Secretario de Redacción de CLARÍN Global S.A (Argentina).
Con estos datos que hacen al contexto de la información, surge lo siguiente:
1- El encabezado general pregona: Evo celebró sus 5 años en el poder con promesas de más "socialismo".
Visión derechosa que bien podria haberse ahorrado mostrar la hilacha de entrada y titular: "Evo Morales celebró sus 5 años al frente del gobierno boliviano haciéndo un llamamiento a profundizar el modelo."
1- El encabezado de la nota de DPA dice: “Crece el exilio de opositores al presidente boliviano.”
Aunque la nota luego informa de las acusaciones que pesan sobre los “opositores en el exilio” (delitos de sedición, terrorismo e intento golpista), el encabezado les otorga un tratamiento que los muestra más como disidentes.
2- Comienza la nota: “La salida forzosa en diciembre del suspendido gobernador del departamento de Tarija, Mario Cossío, para buscar refugio en Paraguay”.
Se utiliza “salida forzosa” y “buscar refugio” como una forma de victimizar a Cossío (investigado por corrupción y sometido a proceso judicial por la justicia boliviana) haciéndolo aparecer como un perseguido del “régimen” de Morales.
3- A continuación dice: “…que son procesados por presuntos nexos con grupos terroristas y por secesión, tras un supuesto intento de derrocar al gobierno de Morales en 2008”.
La utilización de adjetivación como “presuntos” y “supuestos” para minimizar y quitar peso a las acusaciones que pesan sobre los “refugiados”.
4- En la nota se utiliza: “opositores al presidente boliviano”, “gobierno de Morales”, “resistencia a Morales”, “mandato de Evo Morales”, “campesinos leales a Morales”, “políticos, empresarios y opositores de Morales”.
En ningún párrafo se menciona al “gobierno boliviano”. El artículo instala la idea de “opositores” a la figura del presidente Evo Morales y no al gobierno boliviano.
La nota más amplia -Reuters- tranquilamente podría haber sido escrita por alguno de los “opositores en el exilio”. Resalta lo que considera “los errores del régimen”, recurre a encuestas para mostrar la pérdida de credibilidad del presidente, y minimiza cada uno de los logros del gobierno, buscándoles una contrapartida negativa. Para rematarla y evidenciando al servicio de quienes trabaja la pluma, en uno de los párrafos dice:
“Antes del mensaje presidencial, coloridas delegaciones indígenas se apoderaron de la plaza principal de La Paz en un desfile y un festival con ofrendas a la Madre Tierra”.
"Se apoderaron". Más claro, echale agua. La nota -aunque en el titular informa sobre los festejos de un nuevo aniversario del gobierno de Morales- en su cuerpo evidencia su afinidad con los “opositores en el exilio". El aparato mediático internacional al servicio de quienes sufren las molestias de que los indígenas, además de “apoderarse” de la plaza principal, lo hayan hecho del gobierno boliviano.
jueves, 27 de enero de 2011
¿Porqué Armstrong y no Querandíes?
"El ferrocarril es la palanca más poderosa con que Inglaterra nos domina. Hasta el crédito, arma terrible para los gobiernos siempre en déficit, tiene poder ofensivo inferior al arma cotidiana y constante del ferrocarril. Los ferrocarriles argentinos obedecen a la estrategia comercial inglesa y no a los reclamos de la economía política argentina. Inglaterra quiere que seamos productores exclusivos de materia prima y alimento y durante setenta años hemos producido lanas, cueros, carne, trigo, maíz, lino, y hemos sido incapaces de elaborar hasta los más indispensables artículos de consumo local, cuya manufactura sólo requiere desarrollo de la artesanía y empleo de la abundante y hábil mano de obra nacional...Los fletes ferroviarios, medio exclusivo de intercambio en un país sin caminos, continúan la política de aniquilamiento que coincide con su propia política de lucro: tráfico descendente hacia los puertos de materia prima y tráfico ascendente de mercaderías manufacturadas....Tenemos un escudo, una bandera y hasta una constitución, pero nuestra voluntad política, nuestra conducta financiera, nuestras organización social, nuestra ruta económica y hasta la interpretación de nuestra historia es dictada solapadamente desde Londres".
(Raúl Scalabrini Ortíz/1935)
HISTORIA
"Tierra de la tribu Querandí, que en la época hispánica perteneció sucesivamente a la Compañia de Jesús (jesuitas), a los hacendados españoles, y posteriormente a los propietarios ingleses, el poblado se constituyó a partir de una estación del Ferrocarril Central.
La ciudad le debe su nombre a Thomas Armstrong, uno de los pioneros en el desarrollo de la empresa ferroviaria.
Aunque los planos de Armstrong fueron aprobados en 1929, una resolución establecería como fecha fundacional el 14 de diciembre de 1882, día en que se efectuara el primer loteo de tierras en la zona comprendida.
Para 1883, el pueblo tenía ya un almacén de ramos generales, una estafeta postal y numerosos pobladores, en su mayoría inmigrantes italianos". (Extracto de una nota del diario La Capital - 23/01/11)
QUERANDÍES
Denominación que los guaraníes daban a la etnia también conocida como pampas (pampas antiguos, anteriores al siglo XIX) ya que en su dieta diaria consumían grasa de animal, significando "hombres o gente con grasa".
El jesuita inglés Thomas Falkner en su obra publicada en 1774, "A description of Patagonia and the adjoining parts of South America", subdividió a los pampas en tres grandes parcialidades: Taluhet, Didiuhet y Chechehet.
A la llegada de los europeos en el s. XVI, el área aproximada de distribución (ya que al practicar un modo de producción cazador-recolector no eran sedentarios) de los "het" era la región pampeana al oeste del río Paraná. Esto es, habitaban las actuales provincias argentinas de La Pampa, la mayor parte de la provincia de Buenos Aires, el centro y sur de la provincia de Santa Fe (especialmente al sur del río Tercero-río Carcarañá), gran parte de la provincia de Córdoba (adaptados ecológicamente al bioma de la Pampa templada, sus límites septentrionales se encontraban en el ecotono con la región del Gran Chaco -hacia los 31º de lat. Sud) y las penillanuras de las actuales provincias de San Luis y Mendoza, aunque estas zonas del Cuyo resultaban de más difícil habitabilidad debido a su grado de continentalidad (extremos climáticos y falta de agua superficial).
Los "het" o "querandíes" estaban incluidos en el conjunto de los pámpidos y su idioma parece haber formado parte de la familia lingüística "pano". Los querandíes ocuparon un área que va desde el sur de Santa Fe, por el norte, hasta el pie de las Sierras Grandes, hacia el oeste y toda el área norte de la provincia de Buenos Aires hasta el Río Salado por el sur.
Los "het" que vivían en las costas de los ríos Paraná y de la Plata son aquellos a los cuales les corresponde más precisamente el apelativo querandíes dado que hacia el s. XV habían recibido un importante influjo cultural guaraní. En opinión de estudiosos como Rodolfo Casamiquela los het pueden considerarse (como los charrúas) una de las etnias tehuelches o, lo que es igual, patagones.
A la llegada de los europeos se destacaban por ser grandes corredores (cazaban, o mejor dicho, capturaban, a la carrera, venados pampeanos, ñandús, e incluso guanacos), aunque para facilitar su actividad venatoria habían inventado dos artefactos (uno que sería clásico en Argentina): las boleadoras y la llamada por los españoles piedra-perdida (boleadora más primitiva, consistente en una piedra atada a una especie de cuerda realizada con cuero o tendones).
"Destruido el indio, destruido el gaucho, destruido el viejo criollo en el general menosprecio de la tradición hispanoamericana, se desvaneció el espíritu con que debíamos asimilar lo inmigratorio y el cosmopolitismo mercantil absorbió nuestra nacionalidad...Las nuevas generaciones fueron moldeadas en escuelas, universidades y prensa al servicio de la factoría..." (Ricardo Rojas/1935)
FERROCARRIL CENTRAL ARGENTINO
Las inversiones británicas en ferrocarriles fueron las que alcanzaron mayor incidencia económica, debido a su estrecha relación con el desarrollo de las diferentes áreas productivas del territorio argentino. El Central Argentino fue construído por Brassey, Wythes & Wheelwright en 1870 con un capital total de 2.000.000 de libras.
Los dos ferrocarriles británicos más importantes en territorio argentino fueron el Ferrocarril del Gran Sur de Buenos Aires y el Ferrocarril Central Argentino. El grupo interviniente en este proyecto estaba principalmente integrado por ingleses, aunque también había algunos argentinos. Thomas Armstrong, John Fair, George Drabble, Edward Lumb, Henry Harratt, Henry A. Green, Gregorio Lezama, Ambrosio P. Lezica y Federico Elortondo eran los garantes; algunos de ellos eran también los directores y Lumb era el concesionario. Armstrong, Fair y Drabble eran reputados hombres de negocios en Buenos Aires y Londres. Además de la garantía del gobierno provincial, la concesión incluía 40 años de exención impositiva.
En los últimos meses de 1870 los diarios londinenses mencionaban la prosperidad de las compañías de ferrocarriles en la Argentina. .
El denominado Ferrocarril Central Argentino fue el otro ferrocarril británico de gran relevancia económica. Apenas instalado en 1862, el gobierno nacional llegó a un acuerdo con inversionistas ingleses para la construcción de la línea Rosario-Córdoba, que incluyó las mencionadas tan criticadas concesiones. En 1863 se firmó el contrato, haciéndose cargo de las obras William Wheelwright. Fue ésta la primera línea férrea respaldada por el gobierno nacional, que suscribió acciones por un monto de 200.000 pesos fuertes. También tuvieron participación la provincia de Santa Fe, el comercio rosarino y el general Urquiza, quien había promovido el mismo proyecto en 1854, aunque sin éxito. Si bien jugó un rol menor en comparación con el protagonismo del capital extranjero, la intervención de estos sectores reflejaba el grado de interés que suscitó el proyecto y la confianza en sus potenciales ventajas económicas.
Las concesiones a Wheelwright para la construcción del Central Argentino, fechadas el 26 de mayo de 1863, incluyeron un porcentaje de ganancia a la compañía -un mínimo del 15% neto antes de que el gobierno pudiera intervenir en las decisiones sobre tarifas-; la garantía estatal del 7% en caso de pérdidas -un capital garantido de 6400 libras esterlinas por milla-; la concesión de una legua de tierra a cada lado y en toda la extensión de la línea férrea, con la condición de que la compañía poblase el área, además de tres leguas cuadradas en Rosario y Córdoba; la libertad para importar equipos y herramientas sin pagar impuestos durante cuarenta años; una garantía de exención del servicio militar para todos los empleados de la compañía; el derecho de construir escuelas e iglesias en las tierras de la compañía ferroviaria; la fijación de los gastos de explotación en un 45% de los ingresos brutos y la excepción de la garantía o caución pecuniaria a la que el contratista estaba obligado por la ley. Además, todas las tierras requeridas por la línea, estaciones, almacenes, depósitos de carbón, tanques y otros requisitos vinculados con el ferrocarril serían entregados a la compañía por parte del gobierno, fuese la tierra de propiedad nacional, provincial o privada. Era ésta una generosa concesión, mejor que las otorgadas a los ferrocarriles en Estados Unidos. Cuando se terminó el trazado del Central Argentino en 1870, constituía una inversión cuantiosa de alrededor de un millón de libras esterlinas.
Las construcciones y las tierras cultivadas contenidas en esta área debían ser adquiridas por la compañía a un precio justo, eximidas de la donación y reconocidas por la compañía como propiedad privada. Estas disposiciones generaron ciertas complicaciones. El gobierno nacional poseía el derecho de expropiar las tierras no utilizadas. Pero la compañía ferroviaria no adquiría la propiedad de una vez sino sólo en proporción a la parte construida de la línea. Los términos estipulados proporcionaban un incentivo a los especuladores y propietarios de tierras para cultivar o construir en la tierra a lo largo de la proyectada línea férrea antes que lo hiciera el ferrocarril con el objetivo de hacer subir rápidamente el precio de dicha tierra.
La compañía, a cambio de estas concesiones, estaba obligada a llevar libremente el correo, transportar equipo militar y soldados por la mitad de la tarifa, y establecer tarifas con un descuento del 25% para el tráfico de pasajeros y fletes de los ramales. La construcción del Central Argentino comenzó en abril de 1863, un mes antes de que la Legislatura ratificase el contrato que había sido firmado en marzo. Sin embargo, la línea completa hasta Córdoba no se inauguró hasta mayo de 1870, por demoras causadas por la guerra del Paraguay, las mermas en el trabajo y alguna dificultad en tomar posesión de la tierra.
El Ferrocarril Central Argentino presentó un cuadro diferente al del lucrativo Ferrocarril del Sur. Enfrentó un problema similar respecto de la cuestión de la expropiación, pero en el caso del Central no se llegó a un acuerdo y hubo dificultad en conseguir la tierra de parte de sus propietarios para construir el ferrocarril. Cabe aclarar que el área que debía cubrir el Central era mucho más extensa que la del Sur. Eran cerca de 400 kilómetros, y además el Central debía atravesar pampas despobladas en vez de ricos distritos de cría de ovejas como lo hacía el Ferrocarril del Sur. Dos factores- la dispersión de la población y la necesidad de colonizar la tierra que atravesaba el ferrocarril- explicaron la falta de beneficios. Nunca esta línea llegó a la garantía del 7% establecida por el gobierno, si bien alcanzó el 6% de dividendos hacia fines de 1873.
No obstante, la construcción del Central Argentino generó algunos beneficios. Rosario, la terminal este de la línea férrea, rápidamente se convirtió en un centro comercial importante. Puerto sobre el río Paraná, en abril de 1870 logró contar con una línea de barcos de vapor que la conectaba con Europa en forma directa. Por primera vez los productos podían alcanzar el Interior sin tener que ser transbordados en Buenos Aires. También se hicieron prósperos algunos pueblos como Fraile Muerto en la provincia de Córdoba, luego denominado Bellville.
A pesar del hecho de que la inauguración fuera acompañada con discursos de las autoridades argentinas, entre ellas el del propio presidente Sarmiento, quien señalaba esta inauguración como un "triunfo de la civilización obtenido por los argentinos con sus esfuerzos y por la Divina Providencia", los problemas legales comenzaron ni bien la línea fue inaugurada. Un senador de Jujuy propuso en junio de 1870 la expropiación de la línea, argumentando que las tarifas eran demasiado altas, la administración pobre y que la sede de la compañía debía estar en Buenos Aires y no en Londres. La propuesta fue discutida por la Legislatura durante seis meses, pero no prosperó. Una comparación de las tarifas de los Ferrocarriles del Oeste, del Sur y Central Argentino demostraban que las del último no eran más altas que las de las otras líneas. Estos factores, aunados al hecho de que el gobierno había permitido por decreto a la compañía domiciliarse en Londres, no hicieron viables las objeciones del senador jujeño.
Para cumplir con la obligación de poblar la tierra que se le había ofrecido, la compañía formó una subsidiaria: la Compañía de Tierras Central Argentina, creada por los directores del ferrocarril y los contratistas, Brassey, Wythes & amp; Company, quienes eran dueños de 300.000 libras del capital inicial del ferrocarril. Pero a mediados de 1871 el gobierno tenía quejas respecto del método utilizado por la compañía para colonizar la tierra, señalando que ésta había fijado los precios demasiado altos y estaba arrendando la tierra en vez de venderla. El director residente Thomas Armstrong replicó que la operación de arrendar estaba dentro de los términos de la concesión otorgada y que los precios eran tan bajos que varias personas habían vendido y se habían trasladado a lugares ubicados más allá del ferrocarril.
La cuestión de la sede de la compañía ferroviaria constituyó un obstáculo adicional entre ésta y el gobierno. A la propuesta citada del senador de Jujuy en junio de 1870, que no prosperó, vale añadir las advertencias efectuadas por el propio presidente Sarmiento, a fines del mismo año, de que los libros de la compañía debían conservarse en la Argentina, que los dividendos de ésta debían declararse en dólares y no en libras esterlinas, y que el gobierno argentino no pagaría más el impuesto sobre la renta británica. El problema emergió nuevamente a fines de 1871, cuando el gobierno amenazó con eliminar la garantía, utilizando como argumentos la cuestión de la sede de la compañía y el hecho de que existían estaciones no terminadas. Ambos motivos le permitieron al gobierno suspender la garantía hasta que las oficinas de la compañía se trasladaran a Buenos Aires.
La línea férrea enfrentó otros problemas aparte de aquellos pendientes con el gobierno. Tan pronto como fue inaugurada se produjeron actos de sabotaje que provocaron daños en las locomotoras, descarrilamiento de coches, interrupciones en las vías o levantamiento de las mismas. El administrador de la compañía se quejó al gobierno de Córdoba, provincia donde tuvieron lugar los hechos, y ofreció una recompensa para hallar a los culpables.
La historia de estos dos ferrocarriles ingleses posee puntos de contacto y de divergencia. Ambas líneas fueron construidas con la expectativa de levantar los productos de la tierra -cueros, grasa y lana-. Inicialmente, el Central Argentino esperaba levantar la producción de cueros hasta que las colonias agrícolas a lo largo de su ruta se estableciesen y fuesen productivas. El Sur fue en consecuencia más próspero en esa época, siendo la línea argentina mejor paga, mientras que el Central entró en dificultades. En 1868 el tráfico del Ferrocarril del Sur se incrementó en un 15% sobre el recibido en 1867. Debido a que la Compañía estaba ganando más que lo suficiente para pagar el 7% de los dividendos por año, sus miembros decidieron negociar un cambio en los términos de la concesión y ceder la garantía otorgada por el gobierno. Finalmente, el gobierno acordó pagar a la compañía 20.000 libras esterlinas, de las cuales 9.000 se debían en concepto de garantías de 1867, y establecer en 34.000 libras la suma de lo adeudado por la compañía. Además la compañía iba a recibir 500 libras por milla en las extensiones que construía.
El Central Argentino resultó sumamente costoso por su doble carácter de compañía de tierras y ferroviaria y por los numerosos obstáculos internos que debió sortear, tales como la decepción de los accionistas, el escaso interés del directorio del Central Argentino para destinar capital a la colonización de las tierras, las quejas del público por lo costoso del servicio y las presiones de algunos políticos para que la línea fuese expropiada.
"Ingleses civilizadores y canallas. Su isla es modelo dicen, de civismo y bienestar. Dan al mundo el ejemplo de equilibrio político y vivir pleno. Pero, en el extranjero, envilecen todo lo que tocan...Porque para Inglarerra el mundo es su enemigo o su factoría. Y en una factoría no puede haber dignidad ni del amo, ni del esclavo". (José Gabriel)
(Raúl Scalabrini Ortíz/1935)
HISTORIA
"Tierra de la tribu Querandí, que en la época hispánica perteneció sucesivamente a la Compañia de Jesús (jesuitas), a los hacendados españoles, y posteriormente a los propietarios ingleses, el poblado se constituyó a partir de una estación del Ferrocarril Central.
La ciudad le debe su nombre a Thomas Armstrong, uno de los pioneros en el desarrollo de la empresa ferroviaria.
Aunque los planos de Armstrong fueron aprobados en 1929, una resolución establecería como fecha fundacional el 14 de diciembre de 1882, día en que se efectuara el primer loteo de tierras en la zona comprendida.
Para 1883, el pueblo tenía ya un almacén de ramos generales, una estafeta postal y numerosos pobladores, en su mayoría inmigrantes italianos". (Extracto de una nota del diario La Capital - 23/01/11)
QUERANDÍES
Denominación que los guaraníes daban a la etnia también conocida como pampas (pampas antiguos, anteriores al siglo XIX) ya que en su dieta diaria consumían grasa de animal, significando "hombres o gente con grasa".
El jesuita inglés Thomas Falkner en su obra publicada en 1774, "A description of Patagonia and the adjoining parts of South America", subdividió a los pampas en tres grandes parcialidades: Taluhet, Didiuhet y Chechehet.
A la llegada de los europeos en el s. XVI, el área aproximada de distribución (ya que al practicar un modo de producción cazador-recolector no eran sedentarios) de los "het" era la región pampeana al oeste del río Paraná. Esto es, habitaban las actuales provincias argentinas de La Pampa, la mayor parte de la provincia de Buenos Aires, el centro y sur de la provincia de Santa Fe (especialmente al sur del río Tercero-río Carcarañá), gran parte de la provincia de Córdoba (adaptados ecológicamente al bioma de la Pampa templada, sus límites septentrionales se encontraban en el ecotono con la región del Gran Chaco -hacia los 31º de lat. Sud) y las penillanuras de las actuales provincias de San Luis y Mendoza, aunque estas zonas del Cuyo resultaban de más difícil habitabilidad debido a su grado de continentalidad (extremos climáticos y falta de agua superficial).
Los "het" o "querandíes" estaban incluidos en el conjunto de los pámpidos y su idioma parece haber formado parte de la familia lingüística "pano". Los querandíes ocuparon un área que va desde el sur de Santa Fe, por el norte, hasta el pie de las Sierras Grandes, hacia el oeste y toda el área norte de la provincia de Buenos Aires hasta el Río Salado por el sur.
Los "het" que vivían en las costas de los ríos Paraná y de la Plata son aquellos a los cuales les corresponde más precisamente el apelativo querandíes dado que hacia el s. XV habían recibido un importante influjo cultural guaraní. En opinión de estudiosos como Rodolfo Casamiquela los het pueden considerarse (como los charrúas) una de las etnias tehuelches o, lo que es igual, patagones.
A la llegada de los europeos se destacaban por ser grandes corredores (cazaban, o mejor dicho, capturaban, a la carrera, venados pampeanos, ñandús, e incluso guanacos), aunque para facilitar su actividad venatoria habían inventado dos artefactos (uno que sería clásico en Argentina): las boleadoras y la llamada por los españoles piedra-perdida (boleadora más primitiva, consistente en una piedra atada a una especie de cuerda realizada con cuero o tendones).
"Destruido el indio, destruido el gaucho, destruido el viejo criollo en el general menosprecio de la tradición hispanoamericana, se desvaneció el espíritu con que debíamos asimilar lo inmigratorio y el cosmopolitismo mercantil absorbió nuestra nacionalidad...Las nuevas generaciones fueron moldeadas en escuelas, universidades y prensa al servicio de la factoría..." (Ricardo Rojas/1935)
FERROCARRIL CENTRAL ARGENTINO
Las inversiones británicas en ferrocarriles fueron las que alcanzaron mayor incidencia económica, debido a su estrecha relación con el desarrollo de las diferentes áreas productivas del territorio argentino. El Central Argentino fue construído por Brassey, Wythes & Wheelwright en 1870 con un capital total de 2.000.000 de libras.
Los dos ferrocarriles británicos más importantes en territorio argentino fueron el Ferrocarril del Gran Sur de Buenos Aires y el Ferrocarril Central Argentino. El grupo interviniente en este proyecto estaba principalmente integrado por ingleses, aunque también había algunos argentinos. Thomas Armstrong, John Fair, George Drabble, Edward Lumb, Henry Harratt, Henry A. Green, Gregorio Lezama, Ambrosio P. Lezica y Federico Elortondo eran los garantes; algunos de ellos eran también los directores y Lumb era el concesionario. Armstrong, Fair y Drabble eran reputados hombres de negocios en Buenos Aires y Londres. Además de la garantía del gobierno provincial, la concesión incluía 40 años de exención impositiva.
En los últimos meses de 1870 los diarios londinenses mencionaban la prosperidad de las compañías de ferrocarriles en la Argentina. .
El denominado Ferrocarril Central Argentino fue el otro ferrocarril británico de gran relevancia económica. Apenas instalado en 1862, el gobierno nacional llegó a un acuerdo con inversionistas ingleses para la construcción de la línea Rosario-Córdoba, que incluyó las mencionadas tan criticadas concesiones. En 1863 se firmó el contrato, haciéndose cargo de las obras William Wheelwright. Fue ésta la primera línea férrea respaldada por el gobierno nacional, que suscribió acciones por un monto de 200.000 pesos fuertes. También tuvieron participación la provincia de Santa Fe, el comercio rosarino y el general Urquiza, quien había promovido el mismo proyecto en 1854, aunque sin éxito. Si bien jugó un rol menor en comparación con el protagonismo del capital extranjero, la intervención de estos sectores reflejaba el grado de interés que suscitó el proyecto y la confianza en sus potenciales ventajas económicas.
Las concesiones a Wheelwright para la construcción del Central Argentino, fechadas el 26 de mayo de 1863, incluyeron un porcentaje de ganancia a la compañía -un mínimo del 15% neto antes de que el gobierno pudiera intervenir en las decisiones sobre tarifas-; la garantía estatal del 7% en caso de pérdidas -un capital garantido de 6400 libras esterlinas por milla-; la concesión de una legua de tierra a cada lado y en toda la extensión de la línea férrea, con la condición de que la compañía poblase el área, además de tres leguas cuadradas en Rosario y Córdoba; la libertad para importar equipos y herramientas sin pagar impuestos durante cuarenta años; una garantía de exención del servicio militar para todos los empleados de la compañía; el derecho de construir escuelas e iglesias en las tierras de la compañía ferroviaria; la fijación de los gastos de explotación en un 45% de los ingresos brutos y la excepción de la garantía o caución pecuniaria a la que el contratista estaba obligado por la ley. Además, todas las tierras requeridas por la línea, estaciones, almacenes, depósitos de carbón, tanques y otros requisitos vinculados con el ferrocarril serían entregados a la compañía por parte del gobierno, fuese la tierra de propiedad nacional, provincial o privada. Era ésta una generosa concesión, mejor que las otorgadas a los ferrocarriles en Estados Unidos. Cuando se terminó el trazado del Central Argentino en 1870, constituía una inversión cuantiosa de alrededor de un millón de libras esterlinas.
Las construcciones y las tierras cultivadas contenidas en esta área debían ser adquiridas por la compañía a un precio justo, eximidas de la donación y reconocidas por la compañía como propiedad privada. Estas disposiciones generaron ciertas complicaciones. El gobierno nacional poseía el derecho de expropiar las tierras no utilizadas. Pero la compañía ferroviaria no adquiría la propiedad de una vez sino sólo en proporción a la parte construida de la línea. Los términos estipulados proporcionaban un incentivo a los especuladores y propietarios de tierras para cultivar o construir en la tierra a lo largo de la proyectada línea férrea antes que lo hiciera el ferrocarril con el objetivo de hacer subir rápidamente el precio de dicha tierra.
La compañía, a cambio de estas concesiones, estaba obligada a llevar libremente el correo, transportar equipo militar y soldados por la mitad de la tarifa, y establecer tarifas con un descuento del 25% para el tráfico de pasajeros y fletes de los ramales. La construcción del Central Argentino comenzó en abril de 1863, un mes antes de que la Legislatura ratificase el contrato que había sido firmado en marzo. Sin embargo, la línea completa hasta Córdoba no se inauguró hasta mayo de 1870, por demoras causadas por la guerra del Paraguay, las mermas en el trabajo y alguna dificultad en tomar posesión de la tierra.
El Ferrocarril Central Argentino presentó un cuadro diferente al del lucrativo Ferrocarril del Sur. Enfrentó un problema similar respecto de la cuestión de la expropiación, pero en el caso del Central no se llegó a un acuerdo y hubo dificultad en conseguir la tierra de parte de sus propietarios para construir el ferrocarril. Cabe aclarar que el área que debía cubrir el Central era mucho más extensa que la del Sur. Eran cerca de 400 kilómetros, y además el Central debía atravesar pampas despobladas en vez de ricos distritos de cría de ovejas como lo hacía el Ferrocarril del Sur. Dos factores- la dispersión de la población y la necesidad de colonizar la tierra que atravesaba el ferrocarril- explicaron la falta de beneficios. Nunca esta línea llegó a la garantía del 7% establecida por el gobierno, si bien alcanzó el 6% de dividendos hacia fines de 1873.
No obstante, la construcción del Central Argentino generó algunos beneficios. Rosario, la terminal este de la línea férrea, rápidamente se convirtió en un centro comercial importante. Puerto sobre el río Paraná, en abril de 1870 logró contar con una línea de barcos de vapor que la conectaba con Europa en forma directa. Por primera vez los productos podían alcanzar el Interior sin tener que ser transbordados en Buenos Aires. También se hicieron prósperos algunos pueblos como Fraile Muerto en la provincia de Córdoba, luego denominado Bellville.
A pesar del hecho de que la inauguración fuera acompañada con discursos de las autoridades argentinas, entre ellas el del propio presidente Sarmiento, quien señalaba esta inauguración como un "triunfo de la civilización obtenido por los argentinos con sus esfuerzos y por la Divina Providencia", los problemas legales comenzaron ni bien la línea fue inaugurada. Un senador de Jujuy propuso en junio de 1870 la expropiación de la línea, argumentando que las tarifas eran demasiado altas, la administración pobre y que la sede de la compañía debía estar en Buenos Aires y no en Londres. La propuesta fue discutida por la Legislatura durante seis meses, pero no prosperó. Una comparación de las tarifas de los Ferrocarriles del Oeste, del Sur y Central Argentino demostraban que las del último no eran más altas que las de las otras líneas. Estos factores, aunados al hecho de que el gobierno había permitido por decreto a la compañía domiciliarse en Londres, no hicieron viables las objeciones del senador jujeño.
Para cumplir con la obligación de poblar la tierra que se le había ofrecido, la compañía formó una subsidiaria: la Compañía de Tierras Central Argentina, creada por los directores del ferrocarril y los contratistas, Brassey, Wythes & amp; Company, quienes eran dueños de 300.000 libras del capital inicial del ferrocarril. Pero a mediados de 1871 el gobierno tenía quejas respecto del método utilizado por la compañía para colonizar la tierra, señalando que ésta había fijado los precios demasiado altos y estaba arrendando la tierra en vez de venderla. El director residente Thomas Armstrong replicó que la operación de arrendar estaba dentro de los términos de la concesión otorgada y que los precios eran tan bajos que varias personas habían vendido y se habían trasladado a lugares ubicados más allá del ferrocarril.
La cuestión de la sede de la compañía ferroviaria constituyó un obstáculo adicional entre ésta y el gobierno. A la propuesta citada del senador de Jujuy en junio de 1870, que no prosperó, vale añadir las advertencias efectuadas por el propio presidente Sarmiento, a fines del mismo año, de que los libros de la compañía debían conservarse en la Argentina, que los dividendos de ésta debían declararse en dólares y no en libras esterlinas, y que el gobierno argentino no pagaría más el impuesto sobre la renta británica. El problema emergió nuevamente a fines de 1871, cuando el gobierno amenazó con eliminar la garantía, utilizando como argumentos la cuestión de la sede de la compañía y el hecho de que existían estaciones no terminadas. Ambos motivos le permitieron al gobierno suspender la garantía hasta que las oficinas de la compañía se trasladaran a Buenos Aires.
La línea férrea enfrentó otros problemas aparte de aquellos pendientes con el gobierno. Tan pronto como fue inaugurada se produjeron actos de sabotaje que provocaron daños en las locomotoras, descarrilamiento de coches, interrupciones en las vías o levantamiento de las mismas. El administrador de la compañía se quejó al gobierno de Córdoba, provincia donde tuvieron lugar los hechos, y ofreció una recompensa para hallar a los culpables.
La historia de estos dos ferrocarriles ingleses posee puntos de contacto y de divergencia. Ambas líneas fueron construidas con la expectativa de levantar los productos de la tierra -cueros, grasa y lana-. Inicialmente, el Central Argentino esperaba levantar la producción de cueros hasta que las colonias agrícolas a lo largo de su ruta se estableciesen y fuesen productivas. El Sur fue en consecuencia más próspero en esa época, siendo la línea argentina mejor paga, mientras que el Central entró en dificultades. En 1868 el tráfico del Ferrocarril del Sur se incrementó en un 15% sobre el recibido en 1867. Debido a que la Compañía estaba ganando más que lo suficiente para pagar el 7% de los dividendos por año, sus miembros decidieron negociar un cambio en los términos de la concesión y ceder la garantía otorgada por el gobierno. Finalmente, el gobierno acordó pagar a la compañía 20.000 libras esterlinas, de las cuales 9.000 se debían en concepto de garantías de 1867, y establecer en 34.000 libras la suma de lo adeudado por la compañía. Además la compañía iba a recibir 500 libras por milla en las extensiones que construía.
El Central Argentino resultó sumamente costoso por su doble carácter de compañía de tierras y ferroviaria y por los numerosos obstáculos internos que debió sortear, tales como la decepción de los accionistas, el escaso interés del directorio del Central Argentino para destinar capital a la colonización de las tierras, las quejas del público por lo costoso del servicio y las presiones de algunos políticos para que la línea fuese expropiada.
"Ingleses civilizadores y canallas. Su isla es modelo dicen, de civismo y bienestar. Dan al mundo el ejemplo de equilibrio político y vivir pleno. Pero, en el extranjero, envilecen todo lo que tocan...Porque para Inglarerra el mundo es su enemigo o su factoría. Y en una factoría no puede haber dignidad ni del amo, ni del esclavo". (José Gabriel)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)